En el maravilloso mundo de Alberto y su vocera estrella, la ex periodista Gabriela Cerruti, no existe el hambre. El 60% de pobreza infantil que, según el INDEC, existe en el país, en Cerrutilandia, no existe. Es que la otrora indignada de la “macrisis” no encuentra niños revolviendo la basura y, por ende, no existe.