Días previos a su muerte, la mujer había realizado ciertos trámites que sugieren que tenia intenciones de dejar a su pareja.

La enfermera asesinada, Elizabeth Di Legge, cuyo cuerpo fue hallado el lunes en el galpón de su casa ubicada en la localidad de Gonzales Catán, planeaba irse a vivir con sus hijos y dejar a su pareja, quien es el principal sospechoso del crimen.

La víctima, que trabajaba en el Hospital Churruca porteño, había sido encontrada muerta en una silla con una vía intravenosa conectada a un suero y con una jeringa aplicada en la sonda, junto a varias ampollas de Propofol (anestésico), atracuario (relajante), fentanilo (opiode) y midazola (ansiolítico).

Recientemente, se descubrió que la mujer “se estaba por ir de la casa, estaba tratando de conseguir una garantía y ya había visto un lugar. Y justo cuando se estaba por ir pasa esto. Tenía un montón de proyectos y pasó esto igual”, según informó a Télam una fuente cercana a la investigación.

Esto refuerza la hipótesis de que fue asesinada por su pareja, Silvio Eduardo Espíndola, que tr quien declaró su inocencia tras ser indagado por el fiscal de la UFI Temática de Homicidios de La Matanza, Federico Medone.

El informe preliminar de los forenses indicó que la mujer no presenta lesiones a simple vista y que murió a raíz de una “depresión respiratoria” causada por todo lo que, aun no se sabe, si se inyecto ella misma o su pareja.

Violencia de género

Múltiples testigos declararon que era víctima de violencia de género por parte su marido y padre de sus tres hijos, lo cual se refuerza con el hecho de que fue encontrada en el interior de su propia casa después de estar tres días desaparecida.

“El tema de la violencia de género es lo que inclina la causa a la hipótesis de femicidio. También algunas actitudes del acusado, que hizo un relato de las horas previas con un nivel de detalle abrumador, pero cuando tuvo que explicar por qué no revisó el galpón donde finalmente fue encontrado el cuerpo fue totalmente impreciso”, indicó el vocero

El sospechoso, quien también era enfermero en el mismo centro médico, dijo “no la mate, se suicidó”, de lo cual hay muchas dudas y por lo que el fiscal Medone contará con 15 días, más otros 15 de prórroga, para determinar si pide prisión perpetua para el detenido por “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género”.