El presidente pareciera haberse despertado e intentar salvar su imagen en el último año de gestión. ¿Llegará?
Los fanáticos del Fútbol Americano no necesitan esta aclaración inicial, pero no todos la entenderán, ya que no es el deporte más popular en Argentina. El Ave María es una jugada arriesgada, donde un equipo ya perdido, que necesita anotar para empatar o ganar, lanza un pase muy largo, con muy pocas chances de tener éxito, pero que es la última esperanza del equipo.
¿Qué tiene que ver esto con nuestro presidente? Ya vamos a llegar allí.
Alberto Fernández disparó contra todos; a Macri lo apuntó directamente, pero también en la interna le disparó a CFK. El festival de actos que se celebraron ayer para el día de la Lealtad muestra un peronismo desunido y con una interna muy grande.
Paradójicamente tanto Alberto, como Cristina quieren subir al ring a Mauricio Macri que está recibiendo golpes por todos lados. Hace poco develó que su esposa no quiere que él se postule por lo cuál generó un mar de incógnitas sobre si se presentará o no la contienda electoral del año que viene.
También se conoció que Manzur se irá a principio de 2023. Quien había llegado a revitalizar la gestión, se fue desinflando poco a poco hasta tener una agenda muy pobre, como también la tuvo el presidente en su momento, hoy intentando avivarla con los cambios en el gabinete en donde sumó a su candidata el 2021 Tolosa Paz.
Alberto va a ir a fondo con cuatro puntos. La pandemia, la guerra, ah, pero Macri y CFK. En realidad, hacer una afirmación así, es una aventurada y casi disparatada predicción sobre el actuar del presidente que siempre que tuvo que enfrentar a su vice, terminó perdiendo.
Por su parte, Juntos por el Cambio está de fiesta. El nuevo partido de la CGT, la Cámpora, las ambiciones de Massa, y el nuevo sprint de AF presenta un peronismo dividido. La historia marca, que si alguno de los componentes del Frente de Todos, juega por afuera, pierde.
Sin embargo, Lilita y Manes ponen a riesgo la coalición y la posibilidad de generar una fórmula competitiva. Hay que ver cuánta cintura política tiene MM para el armado electoral, el que no tuvo en 2019 y no supo vencer a la “magistral” movida de Cristina que ungió a Fernández como presidente.
Alberto ya dejó pasar su imagen de “Super Alberto” y sufrió golpes tras golpe, muchos de ellos autoinfligidos. Ahora, perdido por perdido, intentará un “ave maría”.
