El procurador Eduardo Casal pidió a la Corte Suprema que revoque el cierre de la causa dólar futuro. Habíamos comenzado la semana con la imputación a Macri por el fiscal Picardi por supuesto espionaje hacia CFK.

En Argentina pareciera que la Justicia no es Ciega. Tiene los ojos bien abiertos para quien quiere, y bien cerrados para quien quiere, o para quien se los quiere abrir y cerrar.

La causa Vialidad ya terminó la fase de alegatos del fiscal y la defensa. Hoy se conoció que el procurador Eduardo Casal pidió que la Corte Suprema revoque el cierre de la causa de Dólar Futuro contra Cristina y Kicillof.  A principios de la semana el fiscal Picardi pidió indagar a “Macri” por un “plan sistemático” de espionaje ilegal durante su gobierno.

“Se impone indagar sobre el rol que le cupo en el mentado esquema organizado a quien era el superior inmediato de los procesados Arribas y Majdalani, el entonces presidente de la Nación, el ingeniero Mauricio Macri”.

Por ende, en Argentina tenemos exministros, exvicepresidentes, expresidentes y exfuncionarios, de distintos gobiernos (si vamos más atrás hay más causas) investigados por la justicia. Lo cómico es que de un lado y de otro se defienden prácticamente de la misma manera. “Es una persecución”, “Yo no sabía nada”, son jueces de este, son jueces del otro.

Es preocupante cualquiera de los escenarios que esto puede implicar. Desde la perspectiva de este presidente hay tres escenarios posibles.

Vamos a suponer que hay dos bandos, el kirchnerista y el macrista.

ESCENARIOS

• Ambos bandos son inocentes y la justicia notó irregularidades que luego quedaran en la nada pero sin animosidad.
• Uno o los dos bandos son culpables y la justicia los investiga con justa razón
• Uno o los dos bandos son operados por la relación entre la política y la justicia.

De los tres, uno solo no sería del todo preocupante. El primero. Tanto el segundo como el tercero son muy preocupantes. Ya sea por tener gran parte de la política en actividades ilegales, o en su defecto, a la política y al sistema judicial.

Desde esta perspectiva hay una gran posibilidad que los que nos deberían cuidar, tienen conductas muy oscuras para con la sociedad. Estamos desprotegidos en general, pero en particular, también estaríamos siendo agredidos por quienes nos deberían cuidar. Porque el uso de lo estatal para enriquecerse o para intimidar, o para las dos cosas juntas, es un lugar donde los efectos colaterales puede afectar a cualquier ciudadano.

A esto, en algún momento se le llamó las cloacas de la política. Pero si es a la luz del día y a la vista de todos ya no son cloacas, es una posible realidad, de la que todos formamos parte y de la que es muy difícil que logremos salir.