Su plan para congelar a los países que se opusieron a la guerra contra Ucrania se ve frustrado ante el “cálido invierno” europeo.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin esperaba castigar a quienes no lo apoyaron “congelándolos” ante la falta de suministro de gas para el invierno.

Las altas temperaturas de la región de Portugal, España, la región Báltica y demás países bajan la necesidad de consumo de gas para los hogares de los ciudadanos europeos indicó el diario nypost.com.

De esta manera las reservas de gas del continente están casi llenas luego de que los gobiernos europeos hayan alentado a racionalizar la energía.

RESPIRO EUROPEO

De esta manera, más la baja de la presión inflacionaria, alejan la posibilidad de un colapso financiero como lo explicó el ministro de Economía Alemán Robert Habeck.

De esta manera se le sigue complicando lo que parecía ser una guerra rápida y segura para la potencia nuclear que lleva más de un año tratando de invadir a Ucrania, con el objetivo de “desnazificar” según los rusos.

Esto le quita un arma poderosa de presión también a Putin para amenazar a quienes ayudan con recursos económicos y bélicos a Ucrania para su resistencia y eventual avance sobre los territorios que perdió a lo largo del 2022.

En septiembre pasado Putin había diseñado la estrategia de la guerra fría tantas veces utilizadas en la historia de la humanidad, pensando que de esa manera podía obtener una ventaja irremediable y por fin torcer el rumbo de la dramática guerra que está por cumplir un año.

Lamentablemente parece que el ingenio para la guerra no cesa y no se puede afirmar que la guerra pronto vaya a terminar, por lo cuál el mundo seguirá en vilo la continuación de los acontecimientos. Esperemos que más temprano que tarde, llegue la paz en la zona.