Las últimas cifras indicaron déficits gemelos y un gran impacto de la sequía en las exportaciones y la balanza comercial.
La sequía comenzó a generar un gran impacto en la economía de acuerdo con los números oficiales difundidos ayer que visibilizan un fuerte golpe en la recaudación y nivel de importaciones durante el mes enero y que podría seguir prolongándose.
La Argentina no solo enfrenta problemas para sostener el nivel de reservas, el compromiso de acumulación en el acuerdo con el FMI, y los déficits gemelos de enero, sino también con la balanza comercial y todo lo que acarrea la situación en el campo.
Exportaciones
La caída de las exportaciones implicó que la balanza comercial del mes de enero termine con un déficit de 484 millones de dólares, mientras que el año pasado el superávit había llegado casi a los 300 millones de dólares.
“Las exportaciones alcanzaron el menor nivel de los últimos dos años, hay que remontarse a febrero de 2021 para encontrar un valor inferior. No mostraban una caída tan grande en términos anuales desde junio de 2016, excluyendo el 2020, en plena pandemia”, destacó en un informe la consultora Abeceb.
De acuerdo al INDEC, las exportaciones cayeron un 13,3% en términos interanuales, aunque esta disminución fue parcialmente amortiguada por los precios, que tuvieron una suba del 1,6%.
Esto se dio en parte al impacto que la sequía tuvo sobre el rendimiento de muchos productos exportables como la venta de cereales que se contrajo un 51,6%, “ocasionando una gran merma en la recaudación asociada a los tributos del comercio exterior del Estado Nacional”.
Todo esto ocasionó una recaudación 92% por debajo de la inflación, un gastó que aumentó un 111%, un déficit primario superior a $200.000 millones y una deuda de $537.000 millones; algo que puede afrontarse mediante más deuda emitida desde el Tesoro o emisión monetaria.