Alberto Fernández hizo referencia a la decisión de la Corte Suprema de Justicia de suspender las elecciones en San Juan y en Tucumán, ya que candidatos oficialistas de dichas provincias habían cumplido con el máximo de mandatos permitidos e integraban igualmente las fórmulas. Para el presidente y profesor (según él) de derecho penal en la UBA lo que paso pone de “rehén a la democracia en mano de unos magistrados” y los acusó de “responder las órdenes de Macri” como también de ser “el brazo armado de la oposición”. Recordemos también, que impulsado por él, existe una comisión de Juicio Político que llevan adelante diputados oficialistas.
En primer lugar, votar es una parte de la democracia, pero no condición suficiente para que la misma exista. Sin ir más lejos en Cuba y en Venezuela se vota. En segundo lugar, para que la corte falle tiene que ser llevado un tema a dicho tribunal. Si la oposición lleva denuncias a la corte, para que ella resuelva sobre cuestiones federales, como la coparticipación o, en este caso, la constitucionalidad o no de una candidatura, se puede hablar de una judicialización de la política, que no está necesariamente mal, al fin y al cabo, la Justicia es un poder de la república que está justamente para ser el contra poder del ejecutivo, pero no se puede decir que eso es una proscripción o que pone en peligro a la democracia, porque justamente, es todo lo contrario, son los mecanismos democráticos funcionando en su máxima expresión.
Antes de seguir analizando este tema, es triste que directamente dichos personajes se hayan presentado a elecciones y en esto, no solo tiene la punta el kirchnerisimo y el peronismo. En la provincia de Buenos Aires, los intendentes ganaron un mandato más con el voto de los senadores de Juntos que se veían beneficiados por obtener nuevos mandatos en los distritos que gobiernan. Uno de los pilares de la democracia es la alternancia. Esto lo entendían los griegos desde los inicios de esta forma de gobierno, después fue entendido también por las democracias liberales burguesas que fueron la cuna del republicanismo.
La importancia de la alternancia es tan grande como los principios de igualdad ante la ley, la soberanía popular y la otra que nos importa la división de poderes. Cuanto más tiempo se perpetúa en el poder una misma persona, se generan vicios que terminan convirtiendo el distrito en un feudo caudillista. Además, desalienta a que los funcionarios de rango menor aspiren a ser mejores en sus puestos, ya que dan por hecho que nunca llegaran a ocupar ese lugar de poder. Para terminar, rápidamente, la falta de este principio en una republica da lugar a más facilidad para los hechos de corrupción, dato no menor en un país como Argentina.
DIVISIÓN DE PODERES
Otro de los pilares de la república, es la división de poderes. Esto significa que los tres poderes son independientes y que un poder no se puede entrometer en el otro. Además, se controlan entre sí. O sea, la Justicia es un contra poder del ejecutivo y el legislativo del judicial. Por ende, los fallos de la justicia deben ser acatados sea quien sea el “damnificado” de un fallo. A lo sumo el titular de poder ejecutivo puede manifestar su desacuerdo, pero los dichos del presidente fueron mucho más allá. Al punto tal de que quien está lesionando a la democracia es el con sus dichos. Ya qué pueden resultar intimidantes para los integrantes de la corte e influir en futuros fallos.
Si recordamos a Cristina en uno de sus discursos, diciendo que este sistema de gobierno ya estaba viejo, podemos entender de donde viene todo esto. El ideal para el kirchnerismo no es una democracia liberal burguesa. O sea, no es una república como la conocemos. ¿Los jueces tienen un poder desmedido? Tal vez sí, y tal vez es algo a debatir ya que un magistrado si quiere, literalmente puede hacer de tu vida un infierno, quizá mucho más que un político. Ahora si hablamos de la Corte Suprema el caso es otro. Además de ser la última apelación de protección ante las instancias inferiores de justicia es quien debe fallar en temas de interpretación de la constitución y deben ser los garantes de que la misma se cumpla. Sin embargo, para Cristina este sistema vetusto debe ser reemplazado por la elección popular de los jueces. Si tomamos como referencia el intento de “democratización de la justicia”. Si muchas veces nos equivocamos con nuestros gobernantes, Dios nos libre si nos equivocamos con la elección de un Juez.
Presidente, vice, gobernadores e intendentes deberían estar en este momento pensando cómo bajar la inflación que hace estragos desde hace años y años. En cuidar a la gente víctima del narcotráfico y de la inseguridad. Viendo cómo mejorar el sistema de salud y viendo sí, cómo se puede tener una justicia más rápida para que los procesados y las víctimas no estén esperando años y años. Si quieren un cambio de sistema de gobierno, sería mejor pensarlo cuando el país no está a punto de estallar, y si así lo quisieran, como dijeron alguna vez dijeron “armen un partido y ganen”, ahora se les puede decir, hagan una reforma constitucional e impongan el sistema de gobierno que quieren, si les dan los votos.