Muchas son las situaciones en la historia argentina donde las elecciones se convirtieron en un foco de tensión. Violencia de todo tipo. Estas PASO que serán el domingo 13 de agosto, venían bastante tranquilas. Hasta que llegó el crimen de Morena. A partir de allí empezaron a suceder una serie de hechos extraños. Que no quiere decir que de esto esté vinculado directamente con las elecciones, pero de alguna manera de todos lados se empiezan a sacar rédito.
Textual del ministro de Seguridad de la Nación:
1. Pero que cosa rara un corte de vías para pedir una reunión con un ministro. ¿No? 2. Mas raro aun, que haya pasajeros del Ramal Roca con gomeras y capuchas. 3. Además saben que la Ministra de Trabajo manifestó la disposición de atender a los trabajadores y así y todo no levantaban el corte ¿Habrá elecciones el domingo?
El propio encargado máximo de garantizar la seguridad en las elecciones pone en duda la votación del domingo. La verdad que da un poco de miedo pensar en que el que nos tiene que proteger ponga en duda una de las acciones más importantes para la vida democrática. El voto.
Abro otro hilo del artículo para volver luego al domingo. El voto es condición necesaria para la democracia, pero no absoluta. Además, es importante respetar la división de poderes, la publicidad de los actos de gobierno, la libertad de expresión y demás cuestiones para otro articulo pero que dejan la pregunta.
¿En Argentina vivimos en una democracia real?
Volvamos a las PASO. Ardua tarea tendrán los fiscales para defender los votos de sus partidos. Pero más compleja tarea tendrán los Presidentes de Mesa para cuidar los votos de todos los ciudadanos.
En fin, este fin de semana votamos para elegir a nuestros candidatos. Luego votaremos a los candidatos para ver quienes nos gobiernan, y quizá, haya otra elección para definir el ballotage. En un sistema muy raro, donde el que tiene el 45 + 1 es presidente y no el que tiene el 50 + 1, como sería lo lógico y normal.
En argentina se vota un montón, se vota casi todos los años algo. Se vota muchas veces para la misma cosa. Se vive midiendo la imagen y la intención de voto. Pero votar, votar y votar, no hace una democracia más fuerte. Muy lejos de eso, a veces, hasta la puede entorpecer. Ahora sí, si hay una votación, no ir a votar, es el acto más tonto que un ciudadano puede cometer.