LA MITOLOGÍA PERONISTA.

La construcción de la mitología peronista se basa fundamentalmente no en un hecho histórico aislado ni a la consolidación de un general dentro de las fuerzas militares, sino más bien es un constructo planeado primero por Perón y después por los distintos tipos de peronismos y peronistas. Julio Bárbaro me dijo en su casa que el retorno en 1973 y el retorno de Perón fue el pasaje de un paradigma a otro: “Para un peronista no hay nada mejor que otro peronista” a “Para un argentino no hay nada mejor que otro argentino”.

Este cambio no es solo un juego de palabras. Es el momento en el que el peronismo, por necesidad pasaba a plantear la eliminación existencial de su enemigo. Ya no era más Braden o Perón. Ahora lo no argentino o lo argentino. De esta manera, todo aquel que era peronista, o se decía ser peronista, era parte del pueblo, el que no, no existía como argentino.

El Origen

Pero esto no es un invento argentino. La Carta del Lavoro, la ley aprobada por el Duce Benito Mussolini impuso un modelo corporativista. La misma fue promulgada por el Gran Consejo Fascista en 1927. Perón había desarrollado admiración por este sistema cuando había viajado a Roma. Allí, en unas cartas dejó claro su pensamiento fascista.

“Brasil está un siglo atrás de nosotros, como los Chilenos, en Río los negros, en Chile los Indios. Buenos Aires es Inigualable”, explica María Tizón Erostabe. El furcio de Alberto Fernández diciendo que los brasileros venían de la selva no fue un error, fue el ADN peronista.
Ya desde Roma destacó el orden, que la gente es “buena”. “La agitación de la guerra no se siente, es pura agitación Yanqui”.

VIVA PERÓN

Aquí los genes del Peronismo. Ese viaje de Perón a la Italia Fascista. Pero para que la mitología tenga impacto tanto tiempo, es necesario que generaciones de ovejas sigan siendo arriadas sin importar lo que diga el discurso, lo único importante es que al final se diga “VIVA PERÓN”. Por eso puede ser de derecha o de izquierda el peronista, se pueden matar entre ellos. Pero Juan Domingo Perón fue un dictador de alma. Admiraba tanto a Mao como a Mussolini.

El famoso pragmatismo de Perón solamente era para conseguir sus objetivos políticos. Usó a los montoneros para luego aniquilarlos. Usó a los oficiales de campo de mayo para llegar al poder y luego echarlos a la perdición. Usó a los radicales para fingir la unidad nacional.
El peronismo es una metodología. Es una lobotomía. Pero bajo ningún punto de vista, es una ideología.