Fiscales de San Martín ordenaron allanamiento a un bunker en Puerta 8 y secuestraron 400 “papelitos” de cocaína.
Las afectados por el consumo de la cocaína envenenada o alterada aumentó, en pocas horas, a 20 fallecidos y 74 internados, de los cuales 18 están con ARM; mientras los sospechosos de vender esta droga proveniente del norte son 8, uno de ellos conocido como “El Paisa”.
El detenido, identificado como Joaquín Aquino de nacionalidad paraguaya, contaba con una orden de detención desde diciembre por rebeldía y fue aprehendido ayer por la tarde; y en su búnker se encontraron dosis similares a la alterada. Además, fuentes informaron a TN que El Paisa responde a Maximiliano Alí Alegre y Blas Adrián Gómez, detenidos y en manos del Juzgado Federal de Tres de Febrero.
Mientras se realizan las investigaciones para determinar si la droga se mezcla con el elemento toxico en el bunker del Paisa o si solo es un distribuidor, el numero de victimas continua en aumento en hospitales de San Martín, Tres de Febrero, Tigre, General Rodríguez, Moreno, Morón, Ituzaingó, Hurlingham, San Isidro y Vicente López.
Por su parte, el Ministerio de Salud constituyó un comité de emergencia para seguir la evolución de los casos en conjunto a los servicios de toxicología de la provincia; además, se reforzó la distribución de medicamentos, se sumaron dos unidades de UTIM para los traslados y se emitió una alerta epidemiológica a todos los hospitales.
“Los síntomas previos a la muerte sirven para identificar con qué estaba cortada la cocaína” explicó la médica de la Unidad Toxicología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, Silvia Cabrerizo, y agregó “en este caso se adulteró con una sustancia más letal como puede ser la estricnina o algún opiáceo como el fentanilo”.
“La cocaína en sí es tóxica, y si bien el adulterante en este caso fue mortal, no hay que perder de vista que la cocaína, en sí misma, también puede provocar sobredosis que termina en muerte”, finalizó sobre esta intoxicación que ya se cobro la vida de 20 personas, sin contar aquellos que fallecieron en sus domicilios o en la vía público, cuyo número aún no es seguro.