¿Por qué nos atrae alguien como Alfa? Ni siquiera hay que aclarar quien es dicho personaje. ¿Qué hizo para que lo conozcamos? Entrar a Gran Hermano. Pero no fue el único que entró, cientos y cientos lo hicieron a lo largo de los años. Pero esta persona nos tocó en lo más íntimo. ¿Por qué?
Llamá la atención. Un hombre de 60 años, con una bandana, rodeado de chicos, contando anécdotas con famosos (andá a chequearlas) y siempre hablando de algo en particular de él. Lo sorprendente es que le creamos o no, lo odiemos o lo amemos, genera algo similar a lo que generó Ricardo Fort en su momento. Pero sin los millones.
El Comandante
Ricardo Fort usó su fortuna para comprar cariño, fama y hasta para demostrarle a su familia que su afán de ser artista tenía asidero en su vida. Alfa usó Gran Hermano. Ricky se perfeccionó toda la vida para ser lo que fue, a tal punto que eso se llevó su vida. Finalmente lo logro, y fue realmente reconocido luego de su muerte, como un ícono popular a pesar de ser multimillonario.
Alfa durante su estadía en la casa, quise ser el dueño de la casa, negó con seguridad cosas que estaban grabadas, re afirmó conocer a los famosos que lo negaron, prácticamente la vida de Alfa sería la vida del Forest Gump porteño. Vivió todo, pero es un personaje ignoto. Al menos hasta entrar a la famosa casa de Telefé.
Hay una tentación simplista de pensar que Alfa nos despierta todo esto porque nos muestra como somos todos. Un poco más, un poco menos, nos muestra nuestras propias miserias y seguridades. Nuestro cholulismo pero a la vez, nuestro afán de proteger solidariamente al prójimo. Y por supuesto lo principal que nos caracteriza a los Argentinos: Alfa es un gran chamullero.