Lo que parecía imposible, como siempre, en Argentina cambió de un momento para otro. La imagen de un león abrazando a un pato con la camiseta de argentina resumió el nuevo pacto entre Patricia Bullrich, Macri y Javier Milei. No hace falta aclarar que estos estaban en guerra hasta el domingo a la noche cuando el libertario pidió una tregua que claramente Bullrich aceptó.
LOS RADICALES
Pero esto trajo muchísima agua abajo del puente. Por un lado, están los radicales, componente importante de Juntos por el Cambio que siempre buscó romper por querer más protagonismo en la coalición. Naidenoff, Negri y Cornejo entre otros dirigentes hablaron directamente de neutralidad de cara al balotaje. Lousteau y Morales por su parte parecen seguir esta línea. Sin embargo, esta neutralidad al día de hoy es más favorable al PJ que a Milei.
Por su parte Elisa Carrió fiel a su estilo salió a criticar a Bullrich y Macri por apoyar al “peluca”. “Macri siempre jugó para Milei y para la destrucción de Juntos por el cambio (…) nosotros no nos vamos a dejar extorsionar ni dar un salto al vacío”. Y finalizó con una frase tremenda: “esto va conducir a delitos de lesa humanidad”, en declaraciones a Novaresio en LN+.
LA LIBERTAD AVANZA y JUNTOS POR EL CAMBIO
Según pudimos averiguar en LLA cayó bastante mal el acuerdo con Patricia por lo cual en este momento está buscando aquietar las aguas un Milei renovado. Amalia Granata que siempre coqueteó entre ambos partidos criticó duramente a Bullrich, diciendo que “Milei es su nuevo jefe” y que es un “panqueque” y finalizó con un “no nos tomen por tontos”.
Para el Massista y liberartario, panelista de C5N, el opinador Carlos Maslatón “La Argentina es una Joda”. El que sorprendió fuertemente fue Pablo Avelluto, quien escribiera el libro de Macri dijo claramente: “Yo no voto a Milei. Punto”.
MASSITA PARA EL LORO
Está más que claro que a río revuelto, ganancia de pescadores. Massa se debe estar divirtiendo como loco mientras la principal fuerza opositora se desintegra por si se acerca o no a un eventual gobierno de Javier Milei.
Lo cierto es que, aún si Milei ganara las elecciones, el peronismo ya tiene una cuotaparte del poder en Argentina más que caudaloso. Retomando el poder que perdió en las legislaturas, teniendo la mitad de las provincias incluida la de Buenos Aires y reduciendo al PRO a CABA, Vicente López y San Miguel.
La única frase que no nos cansamos de decir en este interminable proceso electoral es: “Puede pasar cualquier cosa”.