La invasión de Rusia sobre territorio ucraniano generó una repercusión inmediata en los mercados energéticos e indefectiblemente impactará en el país que, de cara al invierno, deberá afrontar precios que hasta quintuplican en el caso del Gas Natural Licuado (GNL).
Los mercados vivieron ayer una jornada de volatilidad extrema luego de que fuerzas rusas finalmente invadieran Ucrania, lo que agitó los precios de las materias primas, tendencia que se morigeró luego de las sanciones impuestas a bancos y funcionarios rusos por parte de la administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Si bien todavía no está claro aún cuál es el alcance real del conflicto bélico, la invasión de Rusia sobre territorio ucraniano generó una repercusión inmediata en los mercados energéticos. E indefectiblemente golpean a la Argentina, que de cara al invierno deberá afrontar precios que hasta quintuplican lo que se validó el año pasado en el caso del Gas Natural Licuado (GNL).
Cabe destacar que en el mercado europeo del gas los contratos de futuros treparon más de 60% en la jornada de ayer mientras que el precio del barril de petróleo cerró en Nueva York con leves subas, tras haber superado en el inicio de la jornada los 100 dólares.
Asimismo, el barril de la variedad WTI ganó 1,3% para cerrar en 93,30 dólares mientras que el tipo Brent subió 2,6% y se pactó en 99,40 dólares, según cifras consignadas por el New York Mercantil Exchange (NYMEX).
¿Cómo es el abastecimiento de gas en Argentina y cuál será el impacto de la suba de precios?
El impacto de la suba de la energía en Argentina es mayúsculo considerando que el país deberá importar gas para abastecer la demanda interna desde Bolivia a través del contrato vigente con el país vecino –llega a través de un gasoducto- y mediante la compra por licitación que lleva a cabo la empresa estatal Integración Energética Argentina (IESA) de GNL proveniente de buques de Trinidad y Tobago, Estados Unidos y Qatar.
De estos destinos y otros arriba el gas en estado líquido transportado a muy baja temperatura; luego se calienta para devolverlo a su estado gaseoso y distribuirlo a través del canal troncal en Bahía Blanca o en Escobar, provincia de Buenos Aires.
De acuerdo a Daniel Montamat, ex secretario de Energía y presidente de la consultora energética Montamat & Asociados, el año pasado Argentina importó 56 barcos con GNL desde Escobar y Bahía Blanca a través del buque regasificador a un valor de USD 8,33 el millón de BTU (British Termal Unit, unidad calórica usada internacionalmente), mientras que para este año -según estimaciones propias y sin contar el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania-, se esperaban importar “70 o 75 barcos con GNL a un valor de USD 25 por millón de BTU, lo que ya implica una suba del 200% respecto a un año atrás”.
Sin embargo, la guerra en Europa disparó el precio a un nivel de USD 46 por millón de BTU. Por lo que Montamat dijo a Infobae que “Argentina deberá validar un precio mayor a los USD 25 por millón de BTU”. Respecto al volumen, estimó para este año unos 2.800 millones más de importación de GNL que el año pasado.
“Se espera que este año Bolivia entregue menos gas porque tiene menos producción. La tentación de Bolivia es vendérselo a Brasil al contado. Pero además tienen menos reservas de gas para exportar”, detalló.
La importación de gas de este país es por gasoducto. En 2021, Bolivia le proveyó a la Argentina alrededor de 16 millones de metros cúbicos por día y este año se esperan unos 14 millones por día, según indicó Montamat. “El problema es la estacionalidad. Los hogares consumen hasta tres veces más en invierno”, remarcó.
En este contexto de guerra en Europa, el especialista consideró que “no es factible que se comprometa la ruta marítima de los barcos gasificadores” con los cuales Argentina deberá abastecerse de cara al invierno. No obstante, como se mencionó anteriormente, será a precios hasta al menos cinco veces más altos que el invierno pasado.
Según el ex secretario de Energía Emilio Apud, la Argentina desembolsó, en 2021, USD 2.000 millones en importación de energía, de la cual el 80% correspondió a Gas Natural Licuado (GNL). Mientras que este año se prevé que se tenga que erogar el doble de dinero, alrededor de USD 4.000 millones, según cálculos del especialista.
“El problema va a ser conseguir el GNL y después poder pagarlo. Somos un país de importadores netos. Lo que crezcan los precios energéticos en este contexto bélico nos va a afectar”, dijo el ex funcionario a Infobae.
“Cuando se importa hacen falta divisas”, remarcó y añadió: “El compromiso con el FMI es bajar el déficit a 2,1 puntos del PBI este año. Aumentando un 20% las tarifas en general de energía, se va a incrementar el subsidio en un 30%. Con ese porcentaje nos vamos a un déficit arriba de 3 puntos del PBI, alejado del objetivo fijado con el Fondo”.
En tanto, Alejandro Einstoss Tinto, docente de la UBA y miembro del Instituto Argentino de Energía General Mosconi, explicó que el 30% del gas que se consume en el país en el invierno es importado.
“Con estas novedades respecto al conflicto entre Rusia y Ucrania es probable que terminemos comprando en el orden de los USD 30. En ese sentido, la idea de reducir los subsidios a la energía y cumplir con el FMI es más complicado”, analizó.
En ese marco, consideró que es probable que este año se termine con un déficit energético de USD 3.500 millones y añadió que Argentina necesita reducir los subsidios y tener los dólares para pagar la demanda de GNL.
Información de InfoBae