Dialogamos con el especialista en Ciencias Políticas Alejandro Mansilla sobre la realidad de la provincia y el país.
Alejandro Mansilla fue candidato a senador provincial por Avanza Libertad. Es Licenciado en Ciencias Políticas y un agudo analista de la realidad política la cual argumenta con vehemencia y pasión, pero también con argumentos sólidos y fundamentados en ejemplos y teoría. Luego de escucharlo uno puede sacar sus propias conclusiones y podrá estar o no de acuerdo, pero su discurso no pasará desapercibido, seguramente.
“El peronismo no es imbatible” arrancó Alejandro tras la primera pregunta. Recordó dos elecciones que para él fueron cruciales. La de 1983 que ganó Alejandro Armendáriz a Herminio Iglesias y la del 2015 en la que María Eugenia Vidal venció a Aníbal Fernández.
En 1983 Herminio Iglesias tuvo la “Brillante idea de quemar un cajón con las iniciales de la U.C.R. Con eso el votante independiente quedó marcado porque salía de una dictadura y de gran violencia política”. Por otro lado, en 2015 “el auge del marketing político, sumado a una inyección grande de dinero en los medios de comunicación te arman un candidato y lo hacen gobernador”, dijo Alejandro y agregó que “Aníbal era peor candidato que Herminio y Sabatella quien era candidato a vice venía del partido comunista y para el peronista clásico, el comunismo es el enemigo, y eso llevó a muchos barones del conurbano a inclinar un corte de boleta hacia Vidal”.
Sin embargo y a pesar de sostener que en 2023 se puede tener “otra sorpresa” destacó a Eduardo Duhalde como “el último gran gobernador que tuvo la provincia” porque con “sus aciertos y errores era un líder y tenía historia política y estructura”. Luego fueron “todos peleles de la casa rosada”. Kicillof también tuvo su párrafo aparte por tener “una gestión mediocre, una de las peores que ha tenido la provincia”, según el politólogo. Para cerrar este párrafo, afirmó que para gobernar Buenos Aires se necesita alguien que conozca el territorio y tenga estructura política.
Por todo esto, es que ve con posibilidades al liberalismo de seguir creciendo. “Con Espert en provincia, con Milei en capital y con la UCD histórico partido liberal” ve “como segunda fuerza política al liberalismo en 2023 y si se mantiene la unión y el crecimiento, se puede tener un presidente y un gobernador liberal en 8 años”.
“FALTA CULTURA POLÍTICA EN ARGENTINA”
En diciembre del 2001 el país estalló. Corralito bancario, Fernando de la Rúa dejaba la presidencia en una Plaza de Mayo inmersa en el caos, precedida por los saqueos a supermercados y comercios de todo el país y un Estado de Sitio fallido que lejos de contener la situación, estrepitó la salida del expresidente.
Para Mansilla, “la sociedad se hartó de todos y se perdió la cultura política en Argentina. No saben cómo funciona un partido, cómo funciona el parlamento, cómo funciona el ejecutivo y si le preguntás a un joven quién fue De la Rúa no sabe, mucho menos Machinea” en referencia a quien fue el encargado del Ministerio de Economía durante el primer tramo del gobierno de la Alianza.
Todo esto es importante para el Licenciado porque “con un poco de cultura política se votaría algo superador a la grieta”.
DERECHA LIBERAL Y DERECHA CONSERVADORA
Alejandro enfatizó en aclarar el concepto del liberalismo. “Se confunde a Martínez de Oz y a Macri con la derecha liberal y ellos son conservadores”. Para él la derecha conservadora es la que intenta destruir todo el aparato productivo y busca el proceso especulativo, lo que lleva a la explotación del trabajador al máximo y sobre todo “se hace rica con el estado”. De esta manera para él “Benito Roggio, Franco Macri y Paolo Rocca se hicieron ricos”.
En contraposición el empresario de derecha liberal, al que puso como ejemplo a Marcos Galperín de Mercado libre, es el que “busca innovar, usar la imaginación y ganar mercados para crecer a partir de su propio esfuerzo”. Pero aclaró que “el Estado tiene que ayudar, con el acceso a créditos para el desarrollo y con la apertura de mercados a través de la Cancillería”.
Así mismo hizo un análisis que muy pocos hacen. Para Mansilla los sindicatos negocian más fácilmente con el empresario liberal, con quién se pueden poner de acuerdo rápidamente y lograr consensos donde todos ganen. Sin embargo, con los empresarios conservadores, los gremios se ponen más reaccionarios porque estos son los que, para Alejandro, más explotan a los trabajadores.
COREA DEL SUR ES EL MODELO
“El 85% de las empresas que están en el país son extranjeras y nosotros necesitamos crear una industria nacional competitiva en el mundo”. Para el entrevistado esto en primer lugar genera que los industriales no tengan que salir a comprar afuera a un dólar negro, al que acceden juntando un gran caudal de pesos y, “cuando se imprimen billetes, inevitablemente eso se traduce a una gran inflación”.
Lejos de lo que podría pensar cualquier persona con sesgo sobre el liberalismo, Mansilla propone una Argentina Industrializada, como lo hizo China en su momento. “Hace cuarenta años de la mano de Deng Xiaoping recibieron muchísimas inversiones extranjeras. Luego Hu Jintao y el mismo Xi Jinping vieron la necesidad de crear una industria nacional que compita con esas inversiones extranjeras y hoy China tiene inversiones mega millonarias por todo el mundo”.
“Si el plan en Argentina es similar al de Macri, o sea, con Lelics y Lebacs al 75%, para absorber pesos, en un proceso puramente especulativo, vamos bárbaro (con tono irónico). En cambio, si la plata de los planes sociales se usa para financiar la industria, se puede generar empleo, ese es el modelo de Corea del Sur, que en los años 60 de la mano de un gran presidente como Park Chung-Hee pasó de ser un país agrícola, totalmente analfabeto a ser una potencia mundial con un mercado ganado en el mundo de manera exponencial”.
