Argentina es un país en potencia, mas no una potencia. Nunca lo fue, fue un gran país por coincidencia de un contexto internacional favorable, pero aferrados a cuidar la gallina de los huevos de oro la generación posterior a la de los 80 no supo cambiar a tiempo con los cambios de época, y seguimos apegados a nuestro romance con Gran Bretaña y sus frigoríficos.
Hoy estamos a una semana de ver si la sociedad termina definitivamente la relación tóxica con el populismo, el cortoplacismo, la comodidad y ponerse a respetar los acuerdos mínimos de convivencia. Por empezar, yendo a votar. Ese primer requisito es excluyente para poder hacer válidos luego los reclamos a los gobernantes. En segundo lugar, los dirigentes no nacen de un repollo. Si queremos políticos honestos, necesitamos una sociedad honesta y eso nos lleva a superar el mito de la viveza criolla. Si lo hacemos nosotros está bien, si lo hace otro, está mal.
Argentina es un país en potencia, mas no una potencia
Con el dólar agro y exportador, más la llegada de Messi, llevamos también las piñas a las canchas de Soccer en Estados Unidos. Un video así lo demuestra en el partido entre Dallas y Miami donde se ve a un desaforado con la camiseta de Messi, repartiendo piñas para todos lados. Fue la mismísima Cristina que fogoneó a las barras cuando nacía Fútbol para Todos, y la que dijo que le gustaba más el “Messi Maradoniano”. “Andá pa´allá bobó” dijo Lionel, que luego pidió disculpas por la inconducta que CFK destacó como ideal.
La barravización de la vida fue producto de la veneración a los violentos del fútbol, pero estos mantienen su poder por la protección política y también de la sociedad. La muerte de un jugador de futbol que se quitó la vida luego de romperle la cabeza a un juez. Las múltiples muestras de violencia en las calles, en las familias, en la instalación de la cultura narco y millones de etcéteras son el resultado de un camino de ilegalidad. Nos gusta ir por el margen.
De los malevos a los pibes chorros, de las pulperías al bunker narco. La pregunta es si ya llegamos a la total degradación o si todavía hay más y, sobre todo, si hay vuelta atrás.