Dice el periodista Luis Gasulla que “Está cansado de los periodistas y dirigentes que dicen que Alberto es un buen tipo”. El presidente de alguna manera se aleja de las causas de corrupción que se vinculan al kirchnerismo. Entonces, supongamos por un instante que este gobierno no tiene ninguna denuncia de corrupción, lo cuál sería una afirmación muy difícil de sostener porque recordamos de manera muy rápida el Vacunatorio VIP y la fiesta de Olivos. También pensamos en Daniel Arroyo y Victoria Donda. Pero creamos que es un gobierno que simplemente fue ineficiente y no corrupto. Hay una gran diferencia entre Alberto y Cristina. Alberto miente conscientemente y eso lo define como cínico.
Diría San Agustín, que, si vos te crees la mentira que estás diciendo, no estás mintiendo. Así la retrata a Cristina Jorge Lanata. Esto aleja a la “arquitecta egipcia” del peronismo puro. En los tiempos de Perón el pragmatismo era el único punto real de la doctrina y de las 20 verdades. El Grouchomarxismo era la única realidad. De esta manera el General podía convencer a la patronal que estaba calmando a los trabajadores y a los trabajadores que estaba cagando a los patrones. Sin embargo, esta forma de hacer política es cada vez más difícil si no fuese por el gusto de los militantes de creerse las mentiras que sus mismos dirigentes se creen.
Alberto miente conscientemente y eso lo define como cínico.
En un informe no tan lejano en el tiempo de 678, Alberto era un Lobista de Repsol, un vendepatria, un cipayo. Por otro lado, decía que barbaridades de Cristina. Massa también, pero no ahondaremos en eso ahora. ¿Por qué entonces la palabra de Alberto se devaluó tanto, siendo que, si bien nadie resiste un archivo, los fanáticos son invulnerables a ese tipo de documentación reveladora?
En primer lugar, porque como expresó Jorge Fernández Díaz no hay peronismo que aguante una factoría de pobres. En segundo lugar, porque la facultad descripta a la perfección en el libro de Orwell, 1984, de pensar absolutamente lo contrario de lo que pensaba hacía tan solo un minuto, aplica, si quien emite la mentira es parte del proceso, o sea, si no está mintiendo en términos “San Agustinianos”.
“Nunca más me voy a pelear con Cristina” dijo una vez. No hace falta que nos explayemos más en esto.
Sin embargo, Fernández y sus laderos (los pocos que le quedan) demuestran que te mienten conscientemente y no pasan por ese proceso mental de creerse la mentira primero. Dan vuelta datos, palabras, se contradicen en una misma frase, olvidan deliberadamente cosas, para siempre echarle la culpa a alguien. La prensa, la justicia, los propios “compañeros”, la oposición, la guerra, la pandemia, la lista es interminable, nunca vamos a encontrar una autocrítica.
“Hace 32 meses tenemos crecimiento ininterrumpido del trabajo registrado privado. Superamos los 13 millones de trabajadoras y trabajadores registrados en la Argentina y la tasa de desempleo del cuarto trimestre de 2022 alcanzó el 6.3%.” dice la página oficial de argentina. Esto es reforzado en seguidillas de Spots publicitarios que aparecen en la tele, la radio y redes sociales.
Para ponerle un poco de dato a esta nota de opinión, nos comunicamos con Manuel Adorni, para que nos explique el eslogan “Primero la Gente”:
“Si arrancamos por lo global, en el 6,3 % de desocupación se contempla el Potenciar Trabajo y todos sabemos que son muy pocos los que efectivamente trabajan. Todos son considerados como que trabajan, ya que es el requerimiento para cobrar el plan. Entonces cuando se ajusta por plan social, la desocupación se va al 15%, esto es una falacia. El número no es que está mal calculado. Toman datos que claramente no es ocupación. En realidad, Argentina hace 12 años que no crece”. Hay que admitir que, aunque muchos profesores se indignen que le digan profesor al inquilino de Olivos, es “muy ingenioso” manipulando la realidad. Sería más productivo utilizar esa energía para poner realmente de pie a la Argentina, pero eso requeriría costos adicionales que ningún peronista está dispuesto a asumir.
“El nivel de salarios es el de un cuarto de hace treinta años y el mismo de hace 20. El ingreso real está destruido. Desde que asumió este gobierno, calculado con el dólar MEP, el salario medido en dólares perdió casi un 20%. Es verdad que hay una baja tasa de desocupación, sesgada por los planes sociales y con salarios bajos. Encima muchos de los ocupados es trabajo informal”.
“El trabajo registrado, es una frase engañosa, porque no es solamente el empleo en relación de dependencia” es todo trabajo que tiene una registración. Ejemplo, el trabajo estatal y el monotributo. El dato es real, pero cuando lo desmenuzas un poco te das cuenta que estamos con niveles de empleo que son un desastre, en términos salario y en calidad del trabajo”.
Increíblemente el capitán Beto nos dijo que depende como se vea, el trabajo realizado por el gobierno en materia de inflación fue un éxito. Puesto que, en Argentina, la inflación se multiplicó solo por dos mientras que en los otros países se multiplicó por mucho más. Todo esto, teniendo en cuenta, el impacto de una de las “maldiciones” que le tiraron, la guerra en Ucrania.
“Alberto Fernández está intentando disfrutar los últimos meses de su gobierno, y parte de eso es decir cualquier cosa. Todos los problemas inflacionarios que existieron en el mundo, el mismo mundo sabe porque se originaron entonces también sabe cómo corregirla. Eso es lo que no hace Argentina, por eso Alberto se va a ir del gobierno con más del doble de inflación”.
“Además, lo que no te cuentan es que en el mundo en general hay precios libres, acá no. Acá está pisado el dólar, el oficial vale la mitad de lo que vale el mercado. Esto indica indica que hay muchos productos que todavía tienen mucho que recorrer en materia inflacionaria. Culpan a Macri y al FMI, pero le hemos pagado 900 millones de dólares en 3 años y medio, luego todos los pagos fueron desembolsos que el propio FMI hizo, ósea, no les pagamos un peso. Después le echa la culpa a la pandemia, cuando el que nos encerró y emitió fue él. Muchos decíamos que se les estaba yendo la mano y nos atacaban diciendo que la emisión no generaba inflación”.
Para concluir: “Si comparamos con la guerra, en mayo , Argentina tuvo 7,8 % de inflación y Ucrania, que es el país invadido, tuvo 0.5. En el último año tuvimos 114% y los ucranianos 15%”
Por otro lado, los pocos fieles que quedan, se esfuerzan por hacerlo quedar peor. No hace falta ir mucho atrás en el tiempo. La vocera, Gabriela Cerruti, se rasgaba las vestidura por Santiago Maldonado cuando era oposición, pero, sin embargo, trata de politizar un hecho policial como el de Cecilia en Chaco. No podemos esperar mucho más, si estamos hablando de un presidente que dice que “hay demasiada libertad de expresión” en nuestro país, que la dijo a Putin que argentina podía ser la entrada de Rusia en la Región y dijo que Biden hizo peronismo postpandemia; lo llamó “Juan Domingo Biden”, y lo que para él era un halago al peronismo, es una de las peores administraciones que se recuerden de los últimos tiempos en el país del norte.
Alberto será recordado únicamente por sus disparatadas frases. “Mi querida Fabiola”, los “argentinos vienen de los barcos”, “no es un delito adelantarse en la fila”, “mi gran amigo Gines” y tantas más. Pero debería ser recordada por una de las más nefastas cadenas nacionales que recuerdan nuestro país. Aquella en la que con el afán de tranquilizar un poco a su Jefa, convalidó el espionaje ilegal y utilizó el potencial como si fuese un periodista.
Adorni: “Alberto Fernández está intentando disfrutar los últimos meses de su gobierno, y parte de eso es decir cualquier cosa”.
Lo peor, es que lo que para el son avivadas, en el hecho de jugar a dos puntas entre China y Estados Unidos, entre occidente y Rusia, hacen quedar a nuestro país en una posición geopolítica delicadísima. Lo único que sostiene a Argentina en el mundo, es la deuda. ¿Vaya paradoja no? El FMI necesita cobrar y Estados Unidos es uno de sus principales componentes. China por su parte quiere plantarse fuerte en Latinoamérica puesto que ve un estancamiento en su horizonte, en contra de las predicciones de todos los chinologos. El amigo de Bill Gates, Xi Jinping, quiere a Brasil como socio comercial mayor, eso está clarísimo, sin embargo, la endeble situación de Argentina, le permite a la potencia asiática que el ministro de Economía, nombre a nuestro país como Argenchina. Mientras tanto, le llora dólares a EEUU.
El cinismo de Alberto solamente nos hace sospechar una cosa. Si es capaz de decir en cámara las cosas que dijo, de pedirle a Uruguay que se vaya del Mercosur si no le gustan las cosas, de intimidar a jueces y periodistas en cadena nacional, de jactarse de hacer la cuarentena más larga del mundo y culpar a los que querían abrir sus locales de ropa, o salir a correr de desplegar el virus, mientras el hacía fiestas. Si estuvo con Alfonsín, Menem, Cavallo, Duhalde, Néstor, Randazzo, Massa y ahora Sciolli. Si llamó a todos los intendentes de la oposición para decirles en la cara que les sacaría la coparticipación. Si cambió de opinión sobre lo que le paso al fiscal Nisman. ¿Cómo podemos creerle cuando dice que él no sabía, ni participó de la corrupción kirchnerista?