El último tren que pasa por Argentina
A partir del lunes 11 de diciembre la sociedad argentina tiene el desafío más importante de toda su historia contemporánea (1983 a hoy). Hasta ahora, el gobierno electo de Javier Milei, es el primero desde que tengo memoria que se le exige resultados antes de asumir.
Sin embargo, a pesar de la crítica situación en la que se encuentra argentina: Inflación galopante, Leliqs, deuda externa e interna, la mitad del país pobre, precios totalmente irreales a nivel internacional pero inalcanzables en poder adquisitivo, hay varias situaciones que también son favorables para el país.
El cambio de rumbo
La lluvia, los precios internacionales, la demanda de productos que argentina genera y el mundo necesita y el apoyo internacional al nuevo gobierno son algunas de las cosas que pueden llevar a buen puerto el plan Milei.
Sin embargo, este gobierno puede hacer las cosas bien, regular o mal, pero sostener el cambio de rumbo depende tanto de los gobernantes como de la sociedad. No caer ante la tentación del populismo, del modelo de consumo, del plan platita, de mirar para otro lado mientras hay vacunatorio vip, fiestas en olivos y ruta del dinero K.
Los votantes de Milei
Es responsabilidad del 55% de la gente que votó a Milei, no dejar que la nueva sociedad piquetera cegetista o cegetista piquetera, que no alzó la voz ante Alberto, salvo para desprenderse del gobierno y tener una alternativa electoral, se vuelque a las calles a hacer una ciudad y un país invivible. Es responsabilidad de cada uno de los votantes hacerse cargo de lo que votó.
Ya sea por convicción o por ser el mal menor, no bancar al gobierno que aún no asumió y ya quieren voltear, es ser cómplices de que Argentina pierda el último tren hacia el desarrollo y se quede en el modelo de consumo, que como todos sabemos es a veces pan para hoy y siempre hambre para mañana.