Según la mayoría de los analistas internacionales Europa se corre a la derecha y América a la izquierda. Veamos qué puede suceder en Argentina.
Lo único más o menos constante en el mundo es la inestabilidad. Encontrar patrones dentro de ese esquema es lo más complicado. Sin embargo, por lo menos a priori, los discursos de quienes llegan al poder indican que, con matices, Europa se derechiza y América se vuelca a la izquierda.
Sin embargo, en general, cada vez con menos margen, lo que está triunfando a nivel global post pandemia es la oposición. Solamente Emmanuel Macrón en Francia retuvo su poder con mucho sufrimiento y reducción de poder. El caso paradigmático de Estados Unidos que cambió a Trump por Biden y en las elecciones de medio término volvieron a ganar los Republicanos, aunque sin la ventaja que esperaban.
Argentina en ese contexto
En Argentina pareciera que la disputa, por ahora es entre un candidato de Juntos por el Cambio y uno del Frente de todos. Presumiblemente el de la oposición salga de Larreta o Patrilla Bulrrich. Presumiblemente el del Frente de Todos sea Sergio Massa. Pero todo pende de un hilo.
Massa y Larreta no esconden que son amigos y son dentro de todo bastante similares entre sí. Además, ambos representan sectores moderados dentro de sus respectivas fuerzas políticas.
Según varias encuestas, si ese fuera el escenario no habría necesidad de ballotage. Larreta ganaría en primera vuelta.
Ahora, eso parece demasiado simple para nuestro país. Si hablamos de una polarización mundial. Es difícil imaginar que los argentinos opten por candidatos moderados. Y ahí el Frente de Todos pierde votos. Porque los candidatos radicalizados solamente tendrían chance en un mano a mano contra Macri, que de momento no va a jugar.
El fantasma del tercer lugar
Si seguimos en la línea de la polarización, aparece un nombre que hace muy poco parecía una locura y toma cada vez más fuerza, estamos hablando de Javier Milei. Si no es tomado en serio puede llegar a un ballotage contra Juntos por el Cambio. Y ahí define el kirchnerismo. Ese núcleo duro de 25% más un 7% aproximado de la izquierda se convertirán en verdugos de un “Halcón” o de la “ultraderecha”.
La otra salida que tiene es kirchnerismo es que Axel Kicillof sea candidato a presidente en vez de buscar la reelección en la Provincia de Buenos Aires. Dura decisión, no buscar su segundo mandato en PBA sería resignar casi el último bastión de poder peronista. Pero por otro lado es el mejor candidato que tiene hoy el oficialismo.
