“No se puede cambiar el país en quince minutos”; eso dijo la diputada Gisela Marziotta en un debate televisivo en TN frente al legislador porteño Ramiro Marra. Esa frase me llamó profundamente la atención y me sorprendió. “Lo que pasó en el congreso en enero fue un papelón” me dijo más adelante. Ya casi nada me hacía despertar del letargo en las declaraciones políticas y sobre todo en los argumentos de las posiciones ante la Ley Ómnibus y el DNU. Esa discusión con Marra me pareció que una nota con la periodista podría ser clarificadora, por lo menos desde el lado kirchnerista-peronista.
Llegado ese interés tuve la suerte de poder comunicarme rápido con ella y ponernos de acuerdo para charlar por teléfono unos veinte minutos muy sustanciosos para los dos. Y recalco esto porque es muy importante para la democracia misma poder ordenar la información pública y la que nos dan los legisladores en este tipo de situaciones. A veces en un debate, como el que se dio en A Dos Voces, se genera una contienda por quién gana la pelea discursiva y no sobresalen los argumentos. Solo ganan los canales de YouTube que levantan el video en busca de su clickbate.
La Ley Ómnibus, el DNU, los cuatro años de Alberto, su rol como legisladora en esa época y ahora. Por qué el rechazo a lo que ella llama refundación de la Argentina. Una nota que en lo personal me ayudó a entender un poco más la realidad a un mes y medio de asumido el presidente Milei.
SOBRE LA REFUNDACIÓN
“La construcción de lo que tenemos, de lo que somos, de nuestra identidad, de nuestros derechos, nuestras leyes, de nuestra democracia, llevó no sólo muchos años sino que muchas vidas. Hay que ser más cuidadoso y más respetuoso de toda esa construcción de todo ese tiempo. Si alguien tiene el deseo de refundar todo eso, yo no voy a cuestionar ese deseo sino la forma y por supuesto el contenido”.
Para Marziotta lo que busca Milei “es un retroceso en toda esa construcción que tuvimos durante tanto tiempo, me parece que hay que ser más responsable, sobre todo cuando uno está ejerciendo el máximo poder que tiene la República Argentina que es el poder ejecutivo” agregó la diputada. La próxima pregunta fue una especie de premonición para lo que vendría luego a la noche por parte del ejecutivo con el ministro Caputo como vocero.
SIN RUMBO
¿Puede ser una estrategia política, meter tanto dentro de una Ley para ver qué se pueden llevar de allí?
“Si eso fue una estrategia, a mí me parece que está equivocada. Debería buscarse consenso y no confrontación. El arte de lo posible, se supone que es la política, apunta a la búsqueda de puntos en común que con nosotros (el peronismo) probablemente sea mucho más difíciles de encontrar, pero con la otra oposición que tiene mucha vocación de colaborar, también confronta”.
Hay que señalar, que en un momento de la entrevista Gisela me dijo que “el gobierno no tiene rumbo, va para adelante y para atrás todo el tiempo”. Unas horas después el gobierno anunció que va remover toda la parte fiscal del proyecto de Ley para “facilitar” el tratamiento.
Esto tranquilamente se puede leer como un “mimo” a la oposición “colaboracionista” como la catalogó Marziotta dándole lo que ellos pedían. Pero también se puede entender como esa falta de horizonte claro del que hablaba la entrevistada. Lamentablemente pareciera ser que son las dos cosas al mismo tiempo.
Otro punto en el que hizo hincapié dentro de las “incongruencias” es el tema de la escolaridad donde enfatiza que “se rasgaron las vestiduras sobre la presencialidad en la pandemia” pero ahora dentro del proyecto “está que los niños a partir de los nueve años pueden estudiar desde la casa”. Ante esto sentí que la pregunta pertinente tenía que ser si Milei había mentido:
“Yo creo que es peor, yo creo que no tiene mucha idea del rumbo, un día está convencido de una cosa y al otro día se convence de otra. Y eso no se si no es peor todavía”.
AUTOCRÍTICA
“Yo creía y creo en el proyecto que propusimos en el 2019 y después Alberto debería contar por qué no lo cumplió. A mí me costó un montón ser oficialista. Yo voté en contra del acuerdo con el FMI. Yo tuve posturas muy fuertes y muy firmes respecto de cuando no se estaba prorrogando la moratoria, le pedí que use la lapicera. Milité para que sea Ley el plan de pago de la deuda previsional. Fui defensora del pésimo rol que tuvimos desde el Estado vinculado al tema de los alquileres, nunca se ocupó de que se cumpla”
“Soy crítica y también me hago cargo de haber sido parte, pero sabiendo que tuve un rol mucho menor que la responsabilidad de la que tiene el presidente de la Nación”.
PERONISMO: PASADO Y PRESENTE
La diputada agregó sobre los años albertistas: “Creo además, que la única forma es haciéndonos cargo de que no se cumplió con el contrato electoral del 2019 y reflexionando sobre todo eso, es de la única forma que vamos a poder reconstruirnos con mayor solidez, para recuperar la confianza de la sociedad, que la perdimos en esos cuatro años. Ahora nos tenemos que reconstruir para que la gente sepa que somos la mejor opción y no la opción menos mala. Y tenemos que construir la mejor opción y eso no puede ser con la misma dirigencia”.
Por su parte, sobre el ex candidato y ministro de Economía dijo que “Massa tiene una trayectoria enorme, que puede aportar un montón por la experiencia, pero también fue parte de todo lo que nos pasó con un cargo con una gran responsabilidad, pero eso no lo va sacar del escenario político, y necesitamos una conductora como Cristina, que fue dos veces presidente de la Nación. Y tiene que haber una renovación para que sea el mejor”.
PAPELÓN
Para darle cierre a la charla, también como a modo de preludio de lo que anunciaría el gobierno y su marcha atrás en la “parte fiscal” cierran un enero en el cuál yo muchas veces catalogué de payasesco y que la Diputada de “Papelón”. Tal vez no pensemos exactamente igual de por qué fue circense lo acontecido en el congreso, pero en este caso no importa la opinión del entrevistador, como en ninguna entrevista.
Sin embargo, para finalizar la nota escrita (luego vayan a escuchar la nota en audio entera donde hay más cosas que las escritas en estos párrafos), es bueno decir que cuando se planteó hacer esta nota desde mi parte le dije a la diputada que no pensamos igual, pero que me interesa mucho su punto de vista, sobre todo por lo que vino argumentando las últimas semanas. Está bien no estar de acuerdo y está bien escuchar y, por qué no, aprender algo de quién no compartís una idea política. Al fin y al cabo, eso es la democracia.