Desde varios medios, sobre todo digitales, se alertó sobre un brote de Gripe A, con títulos que hablan de “autoridades en alerta” y “expertos preocupados”.

Un día después que pudimos hablar con el Doctor Carlos Kambourian, el pediatra publicó esto en Twitter: “Gripe A hubo y habrá siempre. COVID habrá siempre de acá en adelante. Es hora de que los infectólogos estrella paren de anunciar obviedades y dejen de ser obsecuentes de una ministra que todavía no compró la vacuna antigripal. Curemos gripes colegas.” Es un resumen muy específico de la charla que tuvimos con él. Pero no nos adelantemos y arranquemos por el principio.

INFLUENZA DE CIERTA RELEVANCIA

“La influenza va a tener cierta relevancia”, nos dijo hace una semana Alejandro Collia, viceministro de Salud de la Nación. Por lo cual decidimos ver de qué se trataba y vimos varias veces la palabra “Alerta”. Por eso empezamos a hablar con distintas fuentes médicas para entender esto.

Luego de varias llamadas llegamos a la conclusión que las autoridades estarían en “alerta” y estarían vigilando esta situación porque hay casos de influenza un poco antes de lo previsto, sobre todo en algunas provincias. Ahora, el virus de la gripe que todos conocemos muta y por eso todos los años hay vacunas distintas, por eso también se habla de “una nueva cepa”. Claro que esto sacado de contexto puede generar preocupación. Además, al igual que con el COVID, nosotros le seguimos al hemisferio norte. Por ende, el virus que prevaleció en Europa en el invierno, del que están saliendo, es el que viene al hemisferio sur ahora.

PANDEMIA Y PARANOIA

En una sociedad que viene de dos años cruzados y marcados por la pandemia, la violencia, la inseguridad, en el medio de una crisis económica, inflación galopante y todas las cosas que ya se saben, tal vez sería conveniente dejar los títulos espectaculares para otras noticias y no para la gripe estacional de todos los años, admito que este periodista comenzó a indagar en el tema preocupado por esos mismos titulares y notas. Lo último que necesitamos como sociedad es más paranoia.

Esto no quiere decir que no debamos cuidarnos, que no debamos vacunarnos y no nos tengamos que quedar en casa si estamos enfermos, pero también tenemos que vivir, y dentro de lo que se pueda, tratar que sea lo más tranquilo posible, lo que llamamos “normalidad” o lo que quedó de ella.

Ya quedó como un hábito el saludo con el puño, pensar dos veces antes de saludar con un abrazo o un beso a alguien, el alcohol en gel que llegó con la pandemia del 2009 fue reemplazado por el diluido con rociador. Nuevas palabras llegaron a nuestra vida, “contacto estrecho”, “saturación”, “aforo”, “protocolo”, fuimos y vinimos de los zoompleaños e ir a la oficina para muchos ya quedó en el pasado.

Nunca habíamos pensado la escolaridad y la educación en términos de “presencialidad” o “virtualidad” y muchos especialistas nos dicen que las consecuencias psicológicas de la pandemia recién ahora están empezando a salir a la superficie con fuerza, basta pararse un rato en cualquier esquina para darse cuenta de eso.

LA OPINIÓN DEL DOCTOR KAMBOURIAN

“El brote de influenza es el mismo brote que tenemos todos los años, va cambiando su denominación y su variante. No va a generar esto una situación pandémica. Posiblemente suceda, como todos los años, donde a partir de abril, mayo, junio, se vean cuadros gripales”.

“La peligrosidad es la misma de siempre, hay que cuidar a las personas de riesgo porque puede generar una enfermedad moderada o severa como el coronavirus”.

“No es un peligro que el brote llegue mientras está el coronavirus, no hay una alternativa, va a llegar influenza junto con coronavirus que ya es una infección viral que va a permanecer en el aire durante años, no va tener “brotes temporales”. Sí, posiblemente durante el invierno, tengamos más casos, lo mismo que con la influenza, de acá en adelante vamos a tener coinfección COVID – influenza. Pero sabemos tratar coronavirus, sabemos tratar influenza y sabemos que vacuna va para cada una”.

“La pandemia ya está terminada, hoy es una enfermedad viral que ya conocemos. Ya la sabemos tratar los hospitales que además no tienen una alta demanda. La vamos a tener en el invierno, pero vamos a tener que trabajar en ese sentido y saber que esto se va repetir en todos los inviernos, y no solo con COVID e influenza, si no que va volver la bronquiolitis, una enfermedad que fue dejada de lado. Sí, vamos a tener los hospitales con mucha gente, como siempre, y ese es el déficit de la salud pública que tenemos nosotros desde hace muchísimos años. Esta situación de enfermedad viral con hospitales desprovisto la tenemos desde hace 40 años”.

“Las vacunas de influenza llegan tarde, llegan para abril, inclusive muchas veces llegan para mayo. En este plano los ministros de salud nunca trabajaron adecuadamente porque estas vacunas siempre llegan tarde. De modo que, si yo fuera autoridad, ya habría comprado las vacunas de la gripe, y ya a fines de febrero habría empezado a dar vacunas de gripe, pero lamentablemente esto no es una prioridad para este ministerio”.

Así como vimos olas de gente vacunándose para COVID hoy tendríamos que ver colas de gente vacunándose para la gripe. Sí vamos a verlo en abril, pero será tarde, y podríamos evitar muchas muertes. Pero los ministros de salud, de un lado y del otro de la General Paz están ocupados en otras cosas, y esto es grave, deberían sacarse el traje televisivo y ponerse de vuelta el guardapolvo para preservar y cuidar la salud de los argentinos que está muy descuidada desde hace dos años en todo el territorio argentino. Cáncer, enfermedades crónicas, rehabilitaciones, quedaron todas al margen de la salud pública. Esto podría haber sido evitado por ministros de salud con responsabilidad en su trabajo y que no quieran llevarse una estrella más por cómo manejar una pandemia, su obligación es estar al servicio de los ciudadanos, esto yo lo veo muy grave. Es muy importante vacunarse, y el resto de los cuidados es lo de siempre. El uso del barbijo ya no es necesario en la argentina, es algo que tenemos que dejar de lado, la gente no se lo quiere sacar porque tiene miedo, pero hay que vivir libremente, lavándose las manos y quedándose en casa cada vez que uno está enfermo para no contagiar al resto. Hay que estimular a vivir una vida normal, caminando cerca y respirando aire puro”.