Llega el viernes 28 de enero, sin acuerdo por ahora, y con un vencimiento con el Fondo Monetario Internacional. ¿Qué puede pasar?

$85.000 millones de pesos de ajuste para los años 2023 a 2025 es la distancia que estarían separando el acuerdo entre nuestro país y el Fondo Monetario Internacional. De no llegar a un acuerdo se deberá pagar, mañana, 713 millones de dólares o incumplir con las obligaciones financieras lo que sería un duro impacto para las negociaciones.

En caso de que no se abone este dinero se ingresaría en lo que el FMI llama “atrasos” e implicaría dejar de contar con desembolsos de otras entidades internacionales como así también, significaría un impacto hacia el sector privado. Formalmente el plazo vence mañana a las 14 horas, aunque podría estirarse.

Como si esto fuera poco, el martes vence otro pago. Entre los dos suman alrededor de 1.100 millones de dólares. A grandes rasgos según indica Infobae, la diferencia está entre lo que ofrece el gobierno que es una reducción del déficit entre el 3% y 2,5% y el FMI quiere un 2%.

Alejandro Mansilla, Licenciado en Ciencias Políticas habló con nosotros y nos dijo que si no hay acuerdo con el fondo “comienza a haber una fuerte devaluación, un aumento escalonado de la inflación, recesión, aumento de la desocupación y pobreza, aumento de la violencia social, del consumo y el tráfico de drogas, porque justamente los narcotraficantes se valen de un país pobre para hacer sus negocios, eso es todo lo que trae aparejado un no acuerdo con el FMI”.

Sin embargo, remarcó que “el fondo no es la panacea del mundo, todo lo contrario, son los reyes de la especulación y no quieren que ningún país que tiene proyección de potencia, lo sea, sino todo lo contrario, lo quieren subdesarrollado y subyugado”.

“A fines del 2001 se declaró el default, llevo casi 5 años acordar con el FMI y cuando se acordó, Néstor Kirchner acordó pagar toda la deuda que se le debía en capital, no en intereses. Eso dio cierta previsibilidad y la moneda volvió a tener prestancia en el mercado financiero. Lamentablemente Cristina Kirchner hizo todo lo contrario a lo que su marido pretendía, que era tener un país productivo y con una moneda fuerte, y acrecentó el gasto público de manera exacerbada”.

“El tema de la deuda externa no es solamente la cuestión del Fondo, sino que también hay deuda con el Banco Mundial, el BID, bancos extranjeros, bancos internos que le prestan al Estado y además están los bonos de deuda, que vos le vendes a particulares, a grupos inversores o a bancos. Entonces, esos bonos también van atados a la negociación que vos tengas con el FMI, porque si vos declaras el default también los declaras con esos bonistas. Y entramos otra vez en una rueda como en el 2005 y el 2010 que tuvimos que hacer dos canjes para poder tratar palear los costos de esa deuda externa, pero que en el fondo y en el tiempo nos sale muy caro. Ya nos pasó con los fondo buitres que los terminamos pagando casi 20 veces más, en casi 20 años de juicios que tuvieron con la Argentina, es muy complicado esto, mientras tanto algunos se llenan los bolsillos y otros viven en la extrema pobreza, por eso creo que esto hay que tomarlo con mucha seriedad porque podemos ir a una verdadera hecatombe”, dijo Mansilla.

Por contraparte dialogamos con Juan Miguel Gómez Parodi Diputado Provincial del Frente de Todos y dijo que “en lo personal ningún acuerdo con el FMI es bueno porque condiciona la economía argentina, quita dólares que son fundamentales, que se necesitan para seguir creciendo, para que la industria pueda comprar máquinas, que la producción cuente con esos dólares para poder encarar una etapa de recuperación económica que es la demanda más importante de nuestra sociedad y que la argentina tiene las condiciones para encarar, pero que se necesita disponer de dólares, que es un problema que se arrastra hace ya muchas décadas”.

“En ese marco la Argentina tiene que tener una posición más firme, fundamentalmente porque el FMI también tiene responsabilidad, junto con Cambiemos, de haber dado plata para la fuga de capitales y en un cronograma de pagos completamente impagable. Por eso es importante que el conjunto de las fuerzas políticas, las organizaciones sindicales y sociales de todo el país tengan una posición de acompañamiento al gobierno con la negociación exigiendo que ese acuerdo no sea a costa del hambre del pueblo y del crecimiento que se necesita para volver a generar trabajo genuino. Estamos en condiciones de volver a crecer y eso ya se están viendo, pero necesitamos un acuerdo que contemple ese crecimiento porque sabemos que las políticas que ha aplicado en muchos países del mundo tienen un costo de recesión” remarcó Gómez Parodi.

El diputado provincial además hizo hincapié en el hecho de “recordar que llegamos a esta situación con un préstamo político para que Mauricio Macri gane las elecciones y esto lo confirmó un importante funcionario de Estados Unidos, Claver-Carone, y que fue plata que entró al país para la fuga, porque no se construyó una viviendo, ni una fábrica ni una escuela. Y fue un préstamo inaudito porque hoy representa el 28% de toda la plata que el FMI tiene prestada. Esto es importante destacarlo porque la oposición de JxC desconocen que ellos son los responsables de la situación en la que estamos y si hubiesen tenido la misma rigurosidad a la hora de tomar el crédito seguramente no estaríamos pasando por esto”.

Por otro lado, el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en conferencia de prensa dijo que las críticas de Cristina Fernández de Kirchner al Fondo “no ayudan en nada” y reclamó “un plan económico que genere previsibilidad en el cuál el acuerdo es un capítulo más de ese plan. No ayuda y genera más incertidumbre que a 24 horas del vencimiento no se sepa si se paga o no”, señaló. Recordemos que la vicepresidenta criticó por “políticas de ajuste” que el organismo financiero “pretende imponerle a la Argentina”.

El gobierno en palabras de su Portavoz, Gabriela Cerruti, salió al cruce de Larreta y le dijo que “escuche o lea y que no tenga una respuesta preparada porque sí”.

Mientras tanto el ministro de Producción, Matías Kulfas, dijo en Radio con Vos “estar convencido de que es mucho mejor para la Argentina hacer un acuerdo que permita seguir creciendo a no hacer un acuerdo. Porque eso, de por sí va a hacer mal. Esa hipótesis no se valida con la realidad” y tildó de “voluntarismo” o “irresponsabilidad” poner en riesgo la reactivación. En este marco Leopoldo Moreau le dijo a la misma radio, ayer, que ante un eventual default “no se debe aterrorizar”, que, si bien “no lo proponen, se empuja a un default, ya que no se van a entregar de pies y manos a la sociedad al peor de los ajustes”.

“Ese maldito momento de mirar para un costado” dice el popular tema de la banda de rock No te va gustar. Pero esta vez, mirar para un costado no es una opción, y ya no entran en juego los argumentos de ambos lados. Si los dólares que pidió el macrismo fueron para pagar deuda heredada o si fue para fugar capitales. Patear la pelota para adelante es deporte nacional, pero tampoco eso ahora es importante, porque ya estamos en un punto de no retorno, menos de 24 horas nos separan de un desenlace o del comienzo de un desenlace que puede ser un sendero de crecimiento o vivir, tal vez, la peor crisis que hayamos visto.

Hay tres decisiones posibles, y el momento de decidir tiene fecha de vencimiento con distintos futuros posibles, todos complejos, sobre todo, para el ciudadano de a pie.