Con el ingreso de este país N °31 a la organización del Atlántico Norte se agregan más de mil kilómetros de frontera con Rusia.

Jens Stoltenberg marcó como “un día histórico” al 3 de abril. El país gobernado por Sauli Niinisto, Finlandia, ingresó a la OTAN y agregó 1340 kilómetros de frontera directa con Rusia. Esto en el medio de la guerra con Ucrania tensa la situación de manera crítica.

“La era del no alineamiento en nuestra historia llegó a su fin. Empieza una nueva era”, expresó el presidente Niinisto, ante lo que ahora la bandera de su país se izó en la sede de la OTAN en Bruselas, y aportará un contingente de 280.000 soldados aliados a la organización.

Frente a ello, Dmitry Peskov, portavoz de Vladimir Putin, dijo que esto era una “violación de la seguridad nacional y de los intereses de la nación”, ante lo que reforzarán sus defensas ya que lo sucedido “obliga a tomar contramedidas”, advirtió el Kremlin.

Las advertencias de Putin

Esta es una más de las múltiples advertencias que Rusia lanzó a occidente ante las eventuales “amenazas” que occidente de planta a Putin en su andanada bélica frente a Ucrania. La realidad es que la mayoría de las amenazas que lanzó el líder del Kremlin nunca las cumplió.

El complejo contexto internacional

Esta adhesión se da en el turbulento contexto internacional que genera la Guerra contra Ucrania de parte de Rusia, tensando más las cuerdas por el artículo 5 de la alianza, el cual indica que cualquier ataque a los miembros se considera un ataque a todos ellos.

Por lo tanto, lo que Putin comenzó “con el claro objetivo de tener menos OTAN”, le devuelvo todo lo contrario.

Esta inclusión deriva de un proceso comenzado el año pasado cuando, tras la invasión de Rusia a Ucrania, los miembros de la OTAN invitaron a formalmente a Finlandia y Suecia a sumarse de forma plena a la alianza europea.

Por su parte, Suecia continúa negociando frente a las resistencias de Hungría y Turquía, ya que Suecia brindó refugio a dirigentes kurdos y sospechosos de haber participado de un fallido golpe de estado en el 2016.

La furia de Turquía se agravado luego de que Suecia permitiera a manifestantes extremistas de derecha protestas frente a la embajada del país en la ciudad de Estocolmo, durante lo que incluso llegaron a quemar un Corán.

Sin embargo, se espero aligerar el ambiento y lograr la adhesión de Suecia en la cumbre de julio que se realizará en Vilna, capital de Lituania.