En esta séptima audiencia, se finalizará el análisis de los celulares y se darán otros 13 testimonios.
El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa continua en el Tribunal N°1 de Dolores, donde declararan 13 personas en esta séptima audiencia luego de que el perito Javier Pablo Laborde de dar su testimonio que comenzó ayer del análisis de los celulares de los acusados.
Entre los que declaran hoy se encuentra la policía que fotografió el cuerpo de Fernando, María Eugenia Cariac, quien aseguró que, entre las improntas registradas en la autopsia, 4 calzados coincidían con ellas.
También brindarán testimonio Damián Larrosa de la Policía Científica; María Lujan Elvira Molina, la criminalística que peritó a Thompsen, Lucas Pertossi, Viollaz y Benicelli; y la policía de rastros María Emilia Salamendi.
Los chats de los rugbiers
A partir del análisis del perito Pablo Laborde de los celulares de los acusados, el abogado de la familia de Fernando, Fernando Burlando, los imputados “golpearon para matar y mataron, pegaron amansalva y salvajemente en zonas vitales”.
Esto fue correspondido por el forense Diego Duarte quien admitió frente a los medios nunca haber visto algo semejante en sus años de experiencia y quien se quebró luego de que le preguntaron cómo vivió el caso. “Es muy fuerte siendo padre”, logró decir.
“Los chats demuestran el homicidio doblemente calificado con alevosía, porque no hay dudas que fue alevoso”, continuó Burlando y agregó que “es increíble lo que han hecho con Fernando: intentaron ocultar pruebas, desviar las investigaciones, situaciones que ocurrieron después del asesinato”.
A su vez, conocidos de Zárate habían comenzado a hablar luego de la detención de los rugbiers ya que las peleas eran una conducta frecuente para ellos.
Algunos de los comentarios hechos por Ciro Pertossi mostrados fueron “flasheamos, creo que matamos a uno”; “se quedo desmayado, dijeron que lo llevaron al hospital sin signos vitales”; y, finalmente, “no dignas que nos peleamos porque no sabemos si es heavy”.
“Esto iba a pasar, hacían esto, siempre de a muchos en contra de unos pocos. Esto se venía anunciando, ocurrió en Villa Gesell, pero pudo haber pasado en cualquier otro lugar”, concluyó Burlando.
