HISTORIA DE UN MITO
El 17 de octubre de 1945 de manera casi espontánea los trabajadores y excluidos de la periferia de Buenos Aires se acercaron lentamente a la Plaza de Mayo, para exigir la liberación de Juan Domingo Perón que estaba detenido por “motivos de seguridad”. En realidad, había sido una orden del nuevo ministro de guerra y conspirador para el derrocamiento de Perón, el General Ávalos.
Luego de un día entero de idas y vuelta, tarde en la noche Perón se transformó en presidenciable. El resto es historia. Así fue como el 18 de octubre se convirtió en “San Perón” que trabaje el patrón. Ahora bien, los peronistas son leales entre sí. Sobradas son las evidencias que no. Solamente fíjense que Massa es candidato a presidente y el anterior fue Alberto.
COMBATIENDO EL CAPITAL
Es más, en los 70 el conflicto entre el peronismo de izquierda y derecha se resolvió en un conflicto armado entre dos facciones terroristas. Además, Perón y el peronismo fue de izquierda, de derecha, conservador, solo algo se mantuvo constante el populismo. Y la lealtad y el populismo van de la mano.
Poco importa cómo y quién gobierna. En el peronismo solo importa una cosa. El poder. La lealtad queda para los militantes que añoran un pasado distorsionado y que no existió. Sin embargo, no importa cuanta fechoría haya hecho el líder. Solo se le suelta la mano cuando cae en desgracia. Caso paradigmático, Carlos Menem. La serpiente de Anillaco no perdió el liderazgo del peronismo por neoliberal, lo perdió porque perdió el poder.
TODOS UNIDOS TRIUNFAREMOS
Duhalde llevó a la pobreza arriba del 50% el doble de lo que Carlos lo hizo. Sin embargo, el “zabeca de Banfield” cayó en desgracia cuando Néstor lo traicionó para ocupar su lugar de líder indiscutible del peronismo.
Entonces, la lealtad es uno de los componentes fundamentales que lleva al peronismo a ser casi una hinchada de futbol. No importa el contenido. No importa la realidad, no importa cómo vayan las cosas. Solamente importa el sentimiento. “El peronismo es un sentimiento”. El problema es que esa pasión nos enceguece y afecta directamente a todos los ciudadanos de nuestro país.