Latinoamérica arde entre “dictadores”, “demagogos” y presidentes democráticos pero que no alcanzan a satisfacer a sus países. En el medio fantasmas de revolución “castro-chavista” con aroma a narcotráfico acechan al continente.

Santiago Cafiero vinculó a la “ultraderecha” con Mauricio Macri. Dijo que este era el representante de la misma en Argentina. A su vez manifestó que grupos de dicha ideología, fueron los encargados de generar el caos en Brasil, hace unas semanas, cuando hubo un “intento de golpe de estado”, según indicó la mayoría de los medios y líderes de la región y el mundo, por parte de grupos “pro-bolsonaristas”. Cafiero es Canciller de un país que esta semana recibirá a Miguel Díaz-Canel, a Nicolás Maduro y a Evo Morales.

La ONU y Lula y Maduro

Lula, flamante presidente de Brasil y líder indiscutido de la región, llegará a Argentina primero antes que cualquier gobernante. Tendrá mucho trabajo por delante. El tinte de Lula por lo menos en sus anteriores gobiernos fue muy similar al de Michelle Bachelet. La ex presidente de Chile, en un informe hecho para la ONU, dijo que en Venezuela se violan los derechos humanos.

Entre otras cosas, dijo que se intenta establecer una hegemonía mediática, que no están garantizados los derechos básicos como la salud, que los opositores son víctimas de torturas y asesinatos y además que muchas mujeres fueron víctimas de agresión sexual.

Según informó hoy Román Lejtman en Infobae, el gobierno planea presentar ante la ONU un informe en contra de la Corte Suprema de Justicia, la oposición y los medios. Dicho documento lo leería Horacio Pietragalla, Secretario de Derechos Humanos. Suena por lo menos paradójico que el mismo informe que nuestro país hace caso omiso, lo haya emitido el mismo organismo al cuál se va a quejar.

EVO MORALES

Por su parte, una de las gobernantes que no vendrá es Dina Boluarte. En su país, Perú están en una crisis de magnitudes similares a las que vivió Brasil, pero con el agravante que es sostenido desde hace varias semanas.

Evo Morales se encuentra en Argentina con motivo de celebrar en Avellaneda el día de su país, Bolivia y para organizar una “Coordinadora” de Cocacoleros. Sin embargo, el ex presidente boliviano es responsabilizado directamente por el gobierno de Perú por ser el instigador de las protestas y los graves hechos que están pasando en ese país. Por su parte Evo está en crisis con los “renovadores”, facción del presidente Arce, con quienes se lanzan dardos cruzados de narcotraficantes. Recordemos que más de una vez Morales fue vinculado con el Cartel de los Soles, grupo narco con el cual también se vinculó a maduro.

El eje castro-chavista

Inquieta a medios y a líderes regionales de opinión y políticos que se encuentren en Argentina, bajo la omisa mirada del presidente Alberto Fernández, Evo Morales, Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel, también signado por organismos internacionales como dictador y líder de un régimen que viola los derechos humanos. 

La inquietud radica por lo que, en palabras del portal Bolivia Prensa, Buenos Aires es el centro de operaciones del Castro-Chavismo. El ex Gobernador, canciller y vicepresidente Carlos Ruckauf, dijo en televisión que existe la posibilidad de que Morales se junte con líderes piqueteros en Argentina.  

Ni derecha ni izquierda

Lula tiene la posibilidad de darle un lavado de cara a la izquierda. Si controla la situación y trae estabilidad a la región, quedará demostrado que la pelea actual no es por ideas económicas de la distribución y/o generación de la riqueza. Lo que está en pugna hoy en día son las formas de gobierno.

Formas que respeten la constitución de cada país y los tratados internacionales, que busquen el bienestar de sus ciudadanos y que, si no lo logran, estén dispuestos a dar un paso al costado. Hay un claro eje que busca lo contrario. China – Rusia – Irán – Cuba y Venezuela quieren plantear otro tipo de dominación donde la democracia no es tan importante. No es un juicio de valor, son formas de gobierno. Nada más hay que ver que las economías de China y de Ruisa pre-guerra, nada tenían de izquierda o de anticapitalista, siendo que China es abiertamente Comunista.

El siglo XX ya pasó y se llevó millones de vidas, antes de tiempo como diría el filósofo bonaerense. Del poder ciudadano depende que no dejemos que nuevamente los nacionalismos, la ambición de poder y los simbolismos nos lleven a guerras y regímenes totalitarios donde solamente se puede hacer una cosa, sobrevivir.