Además, resaltó que hay diferencias en materia de seguridad, en el manejo de los planes sociales, y en sanidad dado a que “hace pocas horas la ministra de Salud, Carla Vizzotti, echó por tierra el pase sanitario, echó por tierra la obligatoriedad de la vacuna. Son todas cuestiones que, el Instituto Patria y el kirchnerismo más duro, están fogoneando y que tiene como interlocutor principal, o soldado principal, a Axel Kicillof”.
Respecto a la seguridad, expresó que hubo “hechos conmocionantes de los que no se tenía registró; saña a la hora de asaltar, una departamental que no se pone de acuerdo con los policías”, ante lo que identifica una “clara irresponsabilidad política de los uniformados y falta total de comando y de dirección de parte de la política dentro de las fuerzas policiales”.
“Yo creo que la gestión de Vidal fue regular para buena, fue mejor que la de Kicillof, y la de Scioli”, argumentó, pero admitió que “es muy difícil de revisar también la provincia entera, porque es tan dispar, tiene tantas realidades, es una provincia casi ingobernable”.
“Hay más que una sensación, una realidad de inseguridad”, dijo ante el hecho de que los ministros responden a ciertos dirigentes más que a otros, por lo que “termina siendo una gestión bastante mediocre dado el caudal de fondos que reciben de nación”.
Sobre este año predijó que se discutirá “si hay acuerdo o no con el Fondo Monetario Internacional y después como resuelve el gobierno, las internas políticas que son evidentes”.
Finalmente, concluyó que si las causas judiciales a funcionarios macristas terminan dividiendo a la oposición, “habrá 4 años más de Alberto Fernández, si no ocurre es posible que la oposición gobierne la Argentina en el 2023”.
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