Te contamos como avanza la situación en El Salvador después de un año de “estado de excepción”.
El vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, negó que se estén realizando detenciones a ciudadanos solo por tener tatuajes o por llamadas anónimas, y declaró que están ganando la guerra contra las pandillas “sin derramamiento de sangre”.
Sin embargo, reconoció que en la operación han “encarcelado a más de 65.000 personas, y cuando manejas una operación de estas dimensiones podría haber un error”, en cuanto a que podrían haber arrestado a personas sin vínculos con la Mara Salvatrucha o el Barrio 18.
Un año de estado de excepción
El pasado lunes se cumplió el primer año del país bajo el estado de excepción establecido por el presidente Nayib Bekele para permitir el despliegue militar y policías en los lugares más conflictivos y detener a todos los sospechosos de pertenecer a pandillas.
Esto permitió bajar los homicidios atribuidos a las maras, pero también generó muchas críticas de organismos internacionales y defensores de los derechos humanos ya que el estado de excepción restringe los derechos y garantías individuales, y se pueden facultar detenciones sin orden judicial.