El niño de 13 fue herido con arma blanca y quemado vivo a manos de otros dos jóvenes que le hacían bullying.

Un chico de 13 años, identificado como Nicolás Alexander Cernadas, fue encontrado calcinado en un terreno descampado de la localidad de Mariano Acosta de Merlo por un hombre y su hijo que caminaban por el barrio; tras ser asesinado 24hs antes por dos adolescentes que lo hostigaban.

El niño fue encontrado boca abajo casi completamente calcinado e irreconocible, e inmediatamente se inició una investigación por el fiscal Claudio Oviedo, titular de la UFI N°5 de Morón, que ahora está en manos de la fiscal Aldana Zingg, a cargo de la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil N°2 de Morón.

A las pocas horas de darse a conocer en los medios, Héctor Miranda, vecino de Merlo y tío de la víctima, conectó la zona y la edad con un trozo de tela encontrado en la escena del crimen que coincidía con el estampado de una remera que el mismo le había regalado a su sobrino.

La investigación

Tras comprobar su identidad con su DNI, la fiscalía averiguo que, judicializado desde pequeño al igual que sus 9 hermanos, había sido separado de su madre a corta edad debido a problemas psiquiátricos y como su padre tampoco estuvo presente en la crianza, termino viviendo con su tío.

“No es cómo dicen ahora que él no tenía mayores en su vida. Siempre estuvo contenido por la familia y las amistades de la familia”, dijo una “tía del corazón” a Infobae y añadió “Nico era un sol, amoroso, un chico que a pesar de todo lo que le pasó siempre fue educado, pícaro como todo niño a su edad”.

Sin embargo, “Él nunca se quiso quedar con nosotros, se escapaba en busca de su mamá y ese fue un problema que nos llevó a recorrer todas las comisarías y todos los barrios de Merlo”, y al momento de su asesinato llevaba 3 días sin haber ido a su casa, lo que no se había denunciado ya que era algo recurrente.

El asesinato

A estas situaciones, se sumaba que sufría bullying y maltrato por parte de sus compañeros en la Escuela Primaria N°30 Federico José Zorraquín y del propio barrio, quienes le decían “huerfanito”.

Los dos sospechosos, de 14 y 17 años, habían actuado “por placer, diversión y odio”; la autopsia determinó que Nicolás había sufrido varios cortes con arma blanca en la garganta y los pies tras lo que lo empujaron al fuego y lo quemaron vivo.

Tras el asesinato, se encontraron estos diálogos entre los jóvenes:

• 1: -Si??
• 2: -Que sale. En un rato?
• 1: -No sé wacho (sic) estoy todo roto.
• 2: -Yo ando re con la cabeza a full por lo de ayer.
• 2: -Ya sé amigo. Pero queda el cargo de conciencia. Igual.
• 1: -Y sí
• 2: -Lo hicimos verga.
• 1: -Sí
• 1: -Gato. Mirá. Ya. Ya. Lo encontraron en la zona donde lo dejamos. (Acompañado por una foto de la pantalla de Crónica con el zócalo “El cuerpo estaba totalmente quemado”).
• 2: -Nooo. Lpm. Ya está, cagamos.

Pocos después, la madre del acusado de 14 años se presentó el miércoles al mediodía en la Comisaría 6° de Mariano Acosta para ponerlo a disposición de la Justicia, derivado a un centro de menores, tras lo que durante la madruga finalmente se detuvo al de 17 años que se encontraba prófugo, quien será indagado en las próximas horas.