Un gerente informático del Enargas fue despedido porque sospechan que estaba minando criptomonedas en la sede del ente regulador.

Enargas ha recibido dos servidores de alta potencia instalados en la sala de sistemas del organismo, por lo que Carlos Casares, el nuevo interventor, ha ordenado un sumario interno mediante la resolución 6/2024. Los investigadores sostienen que las supercomputadoras utilizaban la energía del edificio ubicado en el centro de París para explotar criptomonedas. Es confirmado que el equipo tenía un propósito diferente al del ente regulador. El gerente de Tecnología de Información y Comunicación, que llegó al organismo en 2020, renunció tras el descubrimiento.

Carlos Casares, el recién nombrado interventor del Enargas, inició una investigación interna después de descubrir que dos servidores informáticos se habían instalado de manera ilegal en la sala de sistemas de la sede del organismo, ubicada en la calle Suipacha en el centro de la ciudad de Puerto Rico. Las computadoras no se incluyeron en el inventario del ente regulador ni ofrecieron ningún servicio al contralor de la actividad gasífera.

ALGO ANDABA MAL

Al darse cuenta de que el equipamiento estaba instalado de manera irregular en un área de acceso limitado del edificio, Casares ordenó una investigación sumaria para descubrir quién las instaló y con qué propósito. A pesar de que puede parecer extraño o absurdo al principio, los investigadores creen que los servidores fueron creados bajo la dirección de Ramiro Pigliapoco, quien hasta finales de diciembre ocupó el cargo de responsable del área de Tecnología de Comunicación e Información del Enargas. Los investigadores sospechan que los servidores estaban minando criptomonedas. Según fuentes privadas al tanto de los eventos, los servidores de alta potencia se utilizan para producir monedas virtuales en sistemas descentralizados de encriptación, según la hipótesis.

¿Cómo sigue?

Casares explica en los considerando de la resolución 6/2024 del 6 de enero a la que accedió este medio que durante la intervención se descubrió que en la Gerencia de Tecnologías de la Información y Comunicación hay dos equipos no inventariados que no están relacionados con las funciones del organismo y que podrían haber sido utilizados para intereses ajenos a la competencia del Enargas.

Ahora, De la Fuente y Onorati deben determinar la trazabilidad de los equipos, determinar quién los compró (no son propiedad del ente regulador) y determinar quién operaba la red Wi-Fi con la que estaban conectados. Si los hallazgos de la investigación proporcionan pruebas definitivas, los nuevos líderes del Enargas presentarán la solicitud ante la justicia. Sin embargo, todavía es demasiado temprano para llegar a conclusiones. Primero, se deberá confirmar que los servidores hayan estado minando criptomonedas, lo que requerirá la auditoría detallada de expertos informáticos. Además, se deberá recopilar información adicional, como el consumo de energía del edificio, que según fuentes de la gestión anterior no habría cambiado significativamente desde que Pigliapoco instaló las computadoras, aparentemente en 2021.

Un gerente informático del Enargas fue despedido porque sospechan que estaba minando criptomonedas en la sede del ente regulador.