El presidente norteamericano elevó la tensión tras un sobrevuelo de cazas venezolanos sobre un buque militar. Ordenó el despliegue de aviones de combate en Puerto Rico y dejó claro que cualquier amenaza será respondida con fuego.
Estados Unidos05 de septiembre de 2025
Alejandra Larrea
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una advertencia directa que sacudió al Caribe y a la política internacional. Desde la Casa Blanca aseguró que cualquier avión militar venezolano que represente una amenaza para las fuerzas estadounidenses desplegadas en la región “será derribado sin contemplaciones”.
La declaración llega después de un episodio que disparó la alarma: aeronaves venezolanas sobrevolaron un buque norteamericano que participaba de un operativo contra el narcotráfico en aguas caribeñas. El Pentágono calificó la maniobra como un gesto provocador, y la respuesta de Washington fue inmediata: Trump ordenó el envío de diez cazas de última generación a Puerto Rico para reforzar la capacidad de reacción de las tropas.
El mandatario sostuvo que las fuerzas armadas tienen “instrucciones claras” y que no permitirá que sus efectivos sean puestos en riesgo. Aseguró que la operación forma parte de su estrategia de “mano dura” contra el crimen organizado y los cárteles regionales, en la que también encuadra al Tren de Aragua, organización criminal venezolana que se ha expandido en el continente.
La advertencia implica un salto en la tensión bilateral con Caracas. Hasta ahora, los choques se habían limitado a sanciones diplomáticas, bloqueos económicos y acusaciones cruzadas sobre violaciones de soberanía. Sin embargo, la amenaza de derribo militar eleva el nivel de confrontación a un terreno que puede tener consecuencias imprevisibles para la estabilidad regional.
En paralelo, el despliegue militar estadounidense en el Caribe busca enviar un mensaje a sus aliados y adversarios: Washington no tolerará provocaciones en una zona considerada estratégica. El movimiento de tropas y aviones de combate es también una demostración de fuerza que busca desalentar nuevas acciones del gobierno de Nicolás Maduro y reforzar el control estadounidense sobre las rutas aéreas y marítimas del Caribe.
El escenario abre interrogantes inmediatos. ¿Responderá Venezuela con nuevos vuelos militares? ¿Escalará la tensión hacia un incidente armado? Lo cierto es que la región entra en una fase de máxima tensión, con Estados Unidos decidido a sostener una línea roja y Venezuela en el ojo del huracán.
Las fuerzas armadas de Estados Unidos ejecutaron una ofensiva en Siria contra objetivos del Estado Islámico luego del asesinato de militares estadounidenses. Desde el Pentágono definieron la operación como una represalia directa y el secretario de Defensa fue contundente: “Esto no es una guerra, es venganza”.
La administración de Donald Trump endureció su presión sobre el régimen venezolano tras la incautación de un petrolero en aguas del Caribe. El operativo, ejecutado por la Guardia Costera, fue presentado en Washington como una advertencia estratégica en medio de tensiones crecientes. Caracas denunció un acto de agresión.
El gobierno estadounidense congeló todos los procesos migratorios de ciudadanos de 19 países considerados “de alto riesgo” y, en paralelo, escaló su presión diplomática contra el régimen de Nicolás Maduro. La Casa Blanca combina restricciones migratorias, nuevas medidas económicas y advertencias directas, en una estrategia que redefine la política exterior hacia América Latina.
Cinco hombres argentinos fueron arrestados en Miami acusados de integrar un esquema organizado de robos en el reconocido Dolphin Mall. La policía los detuvo tras detectar una maniobra coordinada que incluía el hurto de valijas y mercadería en locales de marcas internacionales. Enfrentan cargos graves y podrían permanecer detenidos mientras avanza el proceso judicial.
El expresidente de Estados Unidos admitió haber conversado telefónicamente con Nicolás Maduro. Aunque evitó calificar la charla como “exitosa” o “fracaso”, el diálogo reaviva viejas polémicas: diplomacia informal, rumores de operaciones paralelas y el desgaste de sanciones que han marcado la relación entre Washington y Caracas.
Donald Trump sorprendió al afirmar que está dispuesto a hablar con Nicolás Maduro “si podemos salvar vidas”, en un contexto marcado por el despliegue militar más grande de Estados Unidos en el Caribe en dos décadas y por una nueva ola de movilización chavista en Caracas. La declaración reordena el tablero regional y obliga a leer un conflicto que oscila entre la diplomacia y la amenaza.
El Instituto Malbrán confirmó la identificación de tres infecciones correspondientes a un subclado específico del virus de la gripe A. Las autoridades sanitarias aclararon que no se trata de una variante nueva ni más peligrosa, pero reforzaron la vigilancia epidemiológica en el país.
La Cámara alta fue convocada a una sesión especial para el viernes 26 de diciembre con una agenda centrada en el Presupuesto nacional y el proyecto de Inocencia Fiscal. El oficialismo busca avanzar con ambas iniciativas en el cierre del año legislativo, en un escenario marcado por negociaciones con bloques provinciales.
El club oficializó la llegada del mediocampista Fausto Vera, que se convierte en el primer refuerzo del ciclo de Marcelo Gallardo de cara a la temporada 2026. La incorporación apunta a reforzar el mediocampo y marca el inicio del armado del plantel para el próximo año.
Donald Trump encabezó una reunión clave con sus principales asesores de seguridad nacional en un contexto de creciente tensión con Venezuela. El encuentro, realizado en Washington, estuvo atravesado por la preocupación por la estabilidad regional, el rol del régimen de Nicolás Maduro y el impacto que el escenario venezolano puede tener tanto en la política exterior estadounidense como en la campaña presidencial.
El gobierno de México impulsa la conformación de un frente regional con países de América Latina para evitar una escalada de tensión entre Estados Unidos y Venezuela. La iniciativa surge en un contexto delicado, marcado por reuniones de alto nivel en Washington, el endurecimiento del discurso hacia el régimen de Nicolás Maduro y el temor a que el conflicto derive en un nuevo foco de inestabilidad hemisférica.