Alcaraz venció a Sinner y volvió a reinar en el US Open

Carlos Alcaraz volvió a escribir historia en el tenis mundial al consagrarse campeón del US Open 2025 tras vencer a Jannik Sinner en la final. En un estadio Arthur Ashe repleto, el español se impuso con autoridad por 6-2, 3-6, 6-1 y 6-4, en un partido que reflejó la intensidad y el talento de dos jugadores llamados a dominar la próxima década del circuito.

El encuentro mostró la jerarquía de ambos. Alcaraz arrancó firme desde el primer set, aprovechando la potencia de su derecha y su agresividad en la devolución para marcar diferencias. Sinner reaccionó en el segundo, ajustó su servicio y emparejó el duelo con un juego más sólido desde el fondo de la cancha. Sin embargo, en el tercer set Alcaraz volvió a desplegar lo mejor de su repertorio: velocidad, precisión y un dominio físico que desarmó la resistencia del italiano. El cuarto set fue el más parejo, pero el murciano logró un quiebre decisivo en el tramo final que le permitió cerrar la final con solvencia.

Con esta victoria, Alcaraz no solo sumó su segundo título en Flushing Meadows, sino que alcanzó el séptimo Grand Slam de su carrera y recuperó el número uno del ranking mundial. Su consagración confirma el recambio generacional en el tenis, con un jugador que ya demostró capacidad para triunfar en todas las superficies y que continúa ampliando sus registros a una edad temprana.

La rivalidad con Sinner se afianza como una de las más atractivas del tenis moderno. Este fue el tercer enfrentamiento entre ambos en finales de Grand Slam durante 2025, después de Roland Garros y Wimbledon, consolidando una saga que cada vez gana más repercusión y comparaciones con los grandes duelos históricos.

El triunfo de Alcaraz lo convierte además en el cuarto jugador en la Era Abierta capaz de ganar múltiples Grand Slams en las tres superficies principales: polvo de ladrillo, césped y cemento. Un dato que lo ubica en un grupo de elite y lo proyecta como heredero natural de los grandes campeones de las últimas décadas.

La final en Nueva York dejó también un marco de color particular, con la presencia de personalidades políticas y deportivas que le dieron un contexto especial a la jornada. Pese a la presión del escenario, Alcaraz mostró madurez y temple para dominar el partido y confirmar su estatus de número uno.

Con apenas 22 años, el español suma un nuevo capítulo a su meteórica carrera y abre un futuro en el que su figura aparece destinada a marcar época. La era Alcaraz ya es una realidad.