Ataque armado en Jerusalén deja seis muertos y varios heridos en plena hora pico

Dos atacantes abrieron fuego en una parada de transporte y contra un autobús en Jerusalén. El hecho, ocurrido en un horario de gran circulación, dejó seis víctimas fatales y más de una decena de heridos, algunos en estado crítico. Los agresores fueron abatidos en el lugar.

Mundo08 de septiembre de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
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Ataque armado en Jerusalén.

El ataque se produjo en la zona de Ramot Junction, al noroeste de Jerusalén, uno de los accesos más transitados de la ciudad. En plena hora pico de la mañana, los dos agresores descendieron de un vehículo y comenzaron a disparar indiscriminadamente contra los pasajeros que esperaban el colectivo y contra quienes viajaban en un autobús que recién se detenía. La escena se transformó rápidamente en un caos: vidrios rotos, cuerpos tendidos en el suelo y transeúntes corriendo para ponerse a salvo.

La respuesta fue inmediata. Un civil armado y un miembro de las fuerzas de seguridad que se encontraba en las inmediaciones repelieron la emboscada y lograron neutralizar a los atacantes en cuestión de segundos. Minutos después, las sirenas de ambulancias y patrulleros inundaban la zona. Los equipos de emergencia trabajaron para evacuar a los heridos, entre los que había adultos y menores, mientras otros recibían atención médica en el lugar. Entre las víctimas fatales se encontraban pasajeros del autobús y personas que aguardaban en la parada.

El ataque tuvo un fuerte impacto en la opinión pública israelí. El primer ministro Benjamin Netanyahu llegó al lugar pocas horas después y lo calificó como un acto de terrorismo brutal. Desde su entorno se ordenó reforzar los controles de seguridad en Jerusalén y en los accesos a Cisjordania, ante el temor de que se produzcan nuevos hechos violentos. La Policía y el ejército incrementaron el despliegue de efectivos, instalando retenes y bloqueando varios caminos en la zona norte de la ciudad.

Las autoridades identificaron a los atacantes como residentes de Cisjordania y señalaron que el operativo fue planificado para generar la mayor cantidad posible de víctimas. Aunque ningún grupo armado se adjudicó la autoría, Hamas celebró el hecho como una “acción heroica”, un gesto que incrementa aún más la tensión regional en medio de la guerra en Gaza y la creciente violencia en territorios ocupados.

El contexto en el que ocurre este atentado es particularmente delicado. Israel atraviesa una etapa de máxima tensión en su frente interno y externo, con enfrentamientos diarios en Gaza y redadas en distintas localidades palestinas de Cisjordania. El ataque en Jerusalén es percibido por las autoridades como un intento de trasladar la violencia a la capital y poner a prueba la capacidad de reacción del gobierno y de las fuerzas de seguridad.

La conmoción social se hizo sentir en las calles. Testigos del ataque relataron escenas de desesperación, con familias atrapadas en el autobús bajo fuego cruzado y personas heridas que clamaban ayuda mientras eran asistidas por otros ciudadanos. Las imágenes transmitidas por la televisión israelí mostraron filas de ambulancias trasladando a los heridos hacia distintos hospitales de la ciudad, algunos en estado grave.

El gobierno de Netanyahu enfrenta ahora un doble desafío: responder con firmeza al ataque y al mismo tiempo contener la escalada para evitar que la violencia se expanda en cadena. En los próximos días se esperan nuevas medidas de seguridad en Jerusalén y un refuerzo de los operativos militares en la región. La población, sin embargo, vuelve a sentir la fragilidad de la vida cotidiana en una ciudad acostumbrada a convivir con la amenaza del terrorismo.

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