Cronología de la escalada entre Israel e Irán: del ciberataque silencioso al bombardeo masivo de junio

El jueves 13 de junio de 2025 marcó un punto de inflexión en el conflicto entre Israel e Irán, con un bombardeo extraordinario ordenado por Netanhayu que alcanzó instalaciones nucleares y militares en suelo iraní. Pero, ¿cómo se llegó hasta allí? Aquí está la secuencia de los hechos más relevantes —científicos, militares y diplomáticos— desde el surgimiento del conflicto hasta la actual crisis abierta.

Mundo13 de junio de 2025Alejandro CabreraAlejandro Cabrera
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Guerra en la sombra (2010–2018)

La confrontación comenzó en los márgenes del silencio. Durante años, Israel operó mediante ciberataques sofisticados y operaciones encubiertas. El sabotaje a instalaciones nucleares, la filtración de documentos secretos y los bloqueos tecnológicos buscaron ralentizar el programa nuclear iraní sin disparar una sola bala. Era una guerra sin uniforme, pero con consecuencias reales.

 
Eliminación de cerebros clave (2020–2021)

Con el tiempo, la ofensiva se volvió más directa. La eliminación del principal científico nuclear iraní en 2020 fue un punto de quiebre. Luego vinieron explosiones misteriosas, sabotajes en centrifugadoras y hasta envenenamientos. Israel no negaba ni confirmaba, pero los blancos eran precisos: desarticular el avance nuclear iraní antes de que alcanzara el umbral crítico.

 
Fuego cruzado (2023–2024)

La guerra encubierta se hizo visible. Irán financió y armó a grupos como Hezbollah y Hamas, mientras Israel respondió con ataques quirúrgicos. En abril de 2024, un bombardeo en Siria activó una ola de represalias: drones y misiles cruzaron el cielo de Medio Oriente en ambas direcciones. El conflicto ya no era secreto. Era regional.

 
La cuenta regresiva (enero–mayo 2025)

A comienzos de 2025, todo se aceleró. Irán anunció avances críticos en su capacidad de enriquecimiento nuclear. En paralelo, Israel intensificó sus operaciones en la región: sabotajes, ataques puntuales, bloqueos digitales. La diplomacia quedó estancada. Cada movimiento era interpretado como una provocación.

 
La ofensiva total: Operación “León Naciente”

El 13 de junio, Israel lanzó el mayor ataque aéreo en décadas. Más de 200 aviones destruyeron en pocas horas instalaciones nucleares, cuarteles, radares, bases logísticas y viviendas de altos mandos. Se eliminó parte de la cúpula militar iraní y se paralizó el corazón del programa atómico. Fue un golpe quirúrgico pero devastador.

 
La respuesta de Irán y el riesgo de escalada

Horas después, Irán envió una andanada de drones hacia Israel. No lograron atravesar sus defensas. Desde Teherán se habló de “respuesta proporcional” y se activó el estado de alerta. Mientras tanto, los países vecinos cerraban embajadas y se multiplicaban los llamados a la contención. El precio del petróleo se disparó. El mundo entró en modo crisis.

 
¿Qué se juega ahora?

El poder de disuasión: Israel demostró que puede atacar en el corazón de Irán sin que nadie lo frene.
El futuro nuclear de Irán: el programa fue dañado, pero no destruido. La reconstrucción ya es un hecho.
La estabilidad regional: los actores indirectos (Siria, Líbano, Yemen) podrían activar nuevos focos.
La política interna: en ambos países, los gobiernos aprovecharon la ofensiva para reordenar apoyos y tapar crisis internas.

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