El disparo que partió todo: el calvario de Romina Meneghini

Tras separarse del piloto Esteban Piccinin, Romina fue recibida en su hogar con un disparo de escopeta que le destrozó una pierna. Desde aquel 15 de octubre de 2013 hasta hoy, debió enfrentar 65 intervenciones quirúrgicas.

Policiales12 de agosto de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
file_00000000485462468aece039526134e1
El disparo que partió todo.

Un pasado que parecía de cuento terminó convertido en pesadilla con un solo disparo. Romina ingresó a su casa ese fatídico día y fue recibida por su entonces pareja, que la esperaba con una escopeta calibre 16. El impacto en su pierna fue tan brutal que la dejó casi colgando —sostenida apenas por la piel— y dando inicio a una lucha interminable por rehacer su vida. Lo que empezó como violencia doméstica pasó a ser una saga de supervivencia.

Desde el instante de la agresión —unudiado en el que lo cotidiano colisionó con lo imprevisible—, Romina enfrentó una realidad impensada. La bala le atravesó el muslo, fracturó su fémur y dañó arterias, nervios y tendones. La intervención médica fue inmediata, pero apenas el comienzo de una serie de 65 operaciones en las que la pierna se convirtió en símbolo de resistencia. Cada cirugía fue un paso en una senda que ya no solo era física, sino emocional, donde el dolor y la recuperación coexistían con una pregunta silenciosa: si el amor puede volverse esto, ¿qué queda?

La historia de Romina no es solo una crónica de heridas abiertas, sino una crónica de sostén y reconstrucción. Su pierna, más allá de haber sido violentada, es ahora un testimonio —tembloroso, dolorido pero firme— de que sobrevivir implica mucho más que sanar: implica volver a caminar sobre pedazos de pasado roto.

Te puede interesar
Lo más visto