Kicillof impulsa su campaña en Pilar con el audio de Cristina y una crítica punzante al gobierno de Milei

En la localidad de Pilar, el gobernador Axel Kicillof dio por iniciada la última etapa de su campaña bonaerense con el acto “La Fuerza de la Salud”. La jornada tomó un giro señero cuando se hizo escuchar un audio de Cristina Kirchner, en el que afirmó: “No es un relato kuka, lo escuchamos todos los argentinos de la boquita del abogado y amigo personal de Milei”, aludiendo al escándalo por presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), y reforzando la gravedad política de la trama que salpica al entorno presidencial.  

El audio causó impacto inmediato entre los presentes, colocándose como centro de la narrativa de la oposición en campaña. El propio Kicillof fue categórico: calificó el caso de “escabroso”, urgió a la Justicia a actuar con celeridad y remarcó: “No se puede negar el vínculo que tiene con Diego Spagnuolo”, subrayando su cercanía previa con el Gobierno nacional  .

La estrategia política fue clara: el peronismo apuntaló la hipótesis de que las coimas no son aisladas, sino parte de un esquema de corrupción que atraviesa altos círculos del poder oficialista.

Desde el Gobierno nacional se defendieron, acusaron una operación política a pocos días de las elecciones y apuntaron al kirchnerismo como responsable de alimentar una campaña sucia. Ignacio “Lule” Menem llegó a afirmar: *“No es casualidad que estas maniobras aparezcan dos semanas antes de las elecciones bonaerenses”*  .

El audio se viralizó con una intensidad notable. Opinadores y redes sociales reaccionaron divididas: para unos fue un respaldo simbólico poderoso que refuerza la necesidad de investigar; para otros, una estrategia de victimización electoral. El clima político se polarizó con fuerza, y el caso ANDIS se erigió como eje de la campaña.

Con la difusión del audio de Cristina Kirchner en Pilar y el duro discurso de Kicillof, el caso ANDIS tomó el protagonismo en la campaña electoral. Frente a una narrativa oficial que lo minimiza, el peronismo condensó el escándalo en una acusación directa: corrupción al más alto nivel. A solo días de los comicios bonaerenses, la grieta política volvió a cincelar el rumbo electoral.