Aparece en Mar del Plata un cuadro robado por los nazis: cayó la hija de un jerarca alemán

Un retrato del siglo XVIII, expoliado durante la Segunda Guerra Mundial, fue hallado en una casa de Mar del Plata vinculada a un jerarca nazi refugiado en Argentina. La hija del oficial quedó detenida y la obra ya está bajo custodia judicial.

Policiales04 de septiembre de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
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Cuadro robado.

El hallazgo de una obra de arte robada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial volvió a colocar a la Argentina en el mapa del expolio cultural del siglo XX. Un retrato pintado por Giuseppe Ghislandi en el siglo XVIII, titulado “Retrato de una dama”, apareció en una propiedad de Mar del Plata que había pertenecido a Friedrich Kadgien, jerarca nazi y colaborador directo de Hermann Göering, refugiado en el país tras la caída del Tercer Reich.

La pintura había sido robada en 1940 de la colección de Jacques Goudstikker, un reconocido coleccionista judío holandés que fue perseguido por el régimen. Durante décadas, el paradero del cuadro fue un misterio hasta que una fotografía publicada en un aviso inmobiliario en internet lo delató: allí se lo veía colgado sobre un sillón verde en una sala de estar.

Tras ese indicio, la Justicia argentina ordenó casi 20 allanamientos en distintas propiedades vinculadas a la familia Kadgien. En uno de ellos fue detenida la hija del jerarca, quien quedó imputada por encubrimiento y obstrucción de la investigación. Fue a través de sus abogados que finalmente la obra apareció y fue entregada a las autoridades judiciales.

El cuadro se encuentra en buen estado de conservación y está valuado en unos 50 mil dólares. Ahora se encuentra bajo custodia de la Justicia, mientras los herederos de la familia Goudstikker preparan su reclamo de restitución, un procedimiento habitual en este tipo de causas internacionales.

Durante los procedimientos también se secuestraron otras piezas artísticas y documentos antiguos, que serán analizados para determinar si también formaban parte del patrimonio cultural saqueado por los nazis en Europa.

El caso vuelve a exponer la dimensión global del tráfico de arte robado y el largo recorrido de las piezas que sobrevivieron a la guerra. También abre un nuevo capítulo sobre la presencia de jerarcas nazis en la Argentina y la forma en que parte de ese botín cultural se mantuvo oculto en el país durante más de 80 años.

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