Independiente, desafectado de la Sudamericana: la U de Chile avanzó tras un fallo durísimo de CONMEBOL

Tras los violentos incidentes en Avellaneda, la Confederación Sudamericana descalificó a Independiente, confirmó la clasificación de Universidad de Chile a cuartos y anunció sanciones que incluyen partidos sin público y pérdida de la localía.

Deporte04 de septiembre de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
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Independiente, desafectado de la Sudamericana.

La noche del 20 de agosto, el estadio Libertadores de América se convirtió en escenario de una tragedia futbolística en la Copa Sudamericana. En los octavos de final, tras un empate 1‑1 que dejaba a Universidad de Chile con ventaja global, estalló un foco de violencia en la tribuna visitante que tomó dimensiones inéditas. La Conmebol, luego de analizar los hechos y reunir a ambas partes en una audiencia, resolvió el jueves 4 de septiembre descalificar a Independiente de la competencia. De esta manera, la U de Chile avanzó a los cuartos de final, donde enfrentará a Alianza Lima, aunque sin público en sus próximos siete partidos como visitante. Independiente, además, perderá la localía durante ese mismo número de partidos en torneos continentales.

El fallo recrudece aún más la liturgia del fútbol que se quebró en Avellaneda. Entre los incidentes, quedó en evidencia que la hinchada visitante arrojó butacas, piedras e incluso una bomba de estruendo, y luego se desató una brutal represalia por parte de la barra de Independiente que irrumpió en el sector visitante. Las imágenes graficaron el horror: hinchas chilenos apedreados, desnudados, heridos y empujados desde las gradas, situación que derivó en la cancelación definitiva del partido por falta de garantías de seguridad.

El saldo preliminar fue devastador: decenas de personas heridas, algunas muy graves, y más de 100 detenidos, en su mayoría seguidores chilenos. El calificativo de “masacre en Avellaneda” circuló rápidamente, acompañado por el fuerte reclamo del presidente chileno, Gabriel Boric, quien calificó el episodio como “una agresión” y ordenó que funcionarios consulares asistieran a los heridos y detenidos en Buenos Aires. El contexto internacional generó una presión política adicional sobre la Conmebol y las autoridades argentinas.

La sanción de la Conmebol incluyó la eliminación deportiva de Independiente –que quedó afuera de la Sudamericana– y la persecución de un criterio ejemplificador: Universidad de Chile avanza, pero ambas partes enfrentan sanciones que incluyen partidos sin público, prohibición de recibir visitantes y posibles suspensiones de competencias continentales en el futuro. El desenlace marca un antes y un después en la manera de encarar la seguridad en el fútbol sudamericano.

Este capítulo cierra un ciclo abruptamente: lo deportivo fue arrasado por una violencia despiadada que exigió respuestas institucionales inmediatas. El torneo sigue, pero con un cráter que las imágenes y los relatos tardarán en sanar.

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