Una economía al filo: tensiones, tasas altas y un crecimiento que no despega

Con inflación persistente, desaceleración global y un escenario monetario incierto, el mundo navega un frágil equilibrio entre la recesión y la estagnación. La Reserva Federal, los mercados y los conflictos geopolíticos marcan la agenda.

Economía19 de junio de 2025Alejandro CabreraAlejandro Cabrera
ChatGPT Image 19 jun 2025, 13_32_42

Introducción

El 2025 está lejos de ofrecer certezas en el plano económico. A mitad de año, los principales indicadores reflejan un mundo que avanza a un ritmo lento, con tensiones crecientes en los frentes monetario, comercial y geopolítico. Si bien no se asoma una crisis aguda, la combinación de inflación, tasas elevadas y bajo crecimiento instala el riesgo de un estancamiento prolongado.

Estados Unidos, aún sosteniéndose como motor global, muestra señales contradictorias. Mientras el consumo resiste y el empleo no colapsa, el enfriamiento de la inversión y la fragilidad de la producción agregan dudas. Los mercados financieros, entre rebotes y sobresaltos, apenas disimulan la incertidumbre.

 
La Reserva Federal frente al laberinto

El banco central de Estados Unidos se encuentra en un punto de equilibrio inestable. Las tasas permanecen en el rango del 4,25 % al 4,50 %, con una previsión de solo un recorte en lo que queda del año. La decisión refleja una doble preocupación: evitar una recesión sin reactivar una inflación que aún se mantiene por encima del objetivo.

Las proyecciones oficiales indican un crecimiento del 1,4 % para 2025, con un desempleo en torno al 4,5 % y una inflación proyectada del 3 %. En otras palabras: la economía no se desploma, pero tampoco despega. Powell y su equipo han adoptado una postura que algunos califican como “vuelo a ciegas”, esperando más claridad antes de mover fichas.

 
El rebote técnico de los mercados no disipa las dudas

Los índices bursátiles muestran un leve repunte tras la corrección de abril, cuando el endurecimiento comercial promovido por la Casa Blanca hizo temblar a Wall Street. Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq recuperaron entre un 0,5 % y un 0,7 % en la última semana, pero sin volumen ni entusiasmo. Las ganancias están concentradas en sectores tecnológicos, defensivos y energéticos, mientras la industria pesada y el consumo masivo retroceden.

Los bonos del Tesoro, en tanto, marcan rendimientos más bajos ante los últimos datos económicos: ventas minoristas y construcción residencial en retroceso, lo que alimenta expectativas de una política más expansiva. La curva de tasas sigue invertida, anticipando una posible desaceleración más severa.

 
Petróleo y geopolítica: un cóctel que sigue agitando la inflación

El reciente aumento del precio del crudo—que superó los 75 dólares el barril en su punto máximo—respondió directamente al conflicto entre Israel e Irán. La volatilidad energética no solo pone presión sobre los precios al consumidor, sino que compromete la meta desinflacionaria de los bancos centrales.

El problema es estructural: cualquier alteración en el mapa de producción energética global tiene efecto inmediato sobre el transporte, los insumos y los alimentos. Y en este contexto, los precios volátiles no responden solo a la oferta y la demanda, sino al temor.

 
Una economía mundial en cámara lenta

El crecimiento global proyectado por organismos internacionales oscila entre el 2,3 % y el 2,9 %, según qué organismo se consulte. Tanto el Banco Mundial como la OCDE advierten que el impulso de pospandemia se agotó, y que las políticas proteccionistas de las grandes potencias ya tienen efectos negativos medibles.

En particular, las tarifas impuestas por EE.UU. a China y otros socios comerciales están ralentizando el comercio internacional y encareciendo el acceso a tecnologías clave. Las economías emergentes, con menos margen fiscal y más exposición a la deuda externa, sufren el impacto con más crudeza.

 
Tensiones comerciales y riesgo político

El giro proteccionista impulsado por la actual administración estadounidense generó una verdadera sacudida. El incremento de aranceles desde abril (conocido como el “Día de Liberación Económica”) trajo consecuencias inmediatas: encarecimiento de bienes, fragmentación de cadenas de suministro y caída de exportaciones.

La reconfiguración del comercio global aún está en desarrollo, pero ya hay impactos claros. Empresas multinacionales están acelerando procesos de relocalización productiva, los costos logísticos aumentan y la presión sobre los márgenes se multiplica. En términos políticos, el riesgo de retaliaciones comerciales sigue latente, especialmente si no hay avances antes de julio.

 
Consumo y empleo: los pilares que sostienen

En Estados Unidos, el consumo sigue siendo el gran ancla de la estabilidad. Los ingresos familiares se mantienen por encima del promedio de inflación, el crédito al consumo aún fluye, y el mercado laboral, si bien menos dinámico, conserva su solidez relativa.

Sin embargo, algunos sectores comienzan a mostrar signos de fatiga. Las contrataciones en construcción y manufactura se han ralentizado. El comercio minorista cerró mayo con cifras negativas, y los reportes de las grandes cadenas muestran menor volumen y mayor proporción de descuentos, lo cual anticipa un cambio de tendencia.

 
El mundo financiero busca refugio

En este contexto, los inversores globales se mueven con cautela. Los bonos soberanos de corto plazo ganan atractivo frente a las acciones. El oro recuperó su papel histórico como refugio, mientras el dólar, fortalecido por la política de la Fed y la inestabilidad internacional, sigue siendo la moneda de resguardo.

En cambio, los activos de riesgo—especialmente los vinculados a países emergentes—han perdido impulso. El capital extranjero busca seguridad, y eso recorta el flujo hacia economías más vulnerables. La consecuencia es una desaceleración adicional para quienes más necesitan crecimiento.

 
¿Recesión, estagnación o aterrizaje suave?

Los tres escenarios están en la mesa. La posibilidad de una recesión técnica no se descarta, aunque es cada vez menos probable. La hipótesis de un aterrizaje suave es el escenario preferido por la Fed: inflación contenida, leve ajuste monetario, crecimiento moderado.

Pero la amenaza de una “estagnación inflacionaria” (poco crecimiento + inflación alta + desempleo en ascenso) es lo que más preocupa a los analistas. Si el petróleo se mantiene caro, si el consumo se debilita y si las tasas no bajan con suficiente velocidad, el deterioro podría acelerarse.

Te puede interesar
ChatGPT Image 13 jun 2025, 14_25_54

Mercados globales en alerta tras la escalada militar entre Israel e Irán

Alejandro Cabrera
Economía13 de junio de 2025

La ofensiva lanzada por Israel contra instalaciones nucleares y militares iraníes desató una fuerte reacción en los mercados internacionales. Las principales bolsas cayeron, los precios del petróleo se dispararon, y activos “refugio” como el oro, el dólar y los bonos soberanos se fortalecieron

ChatGPT Image 28 may 2025, 18_53_22

El Gobierno colocó USD 1.000 millones en Bonos 2030 y refuerza reservas sin emitir nueva deuda neta

Alejandro Cabrera
Economía28 de mayo de 2025

La licitación fue un éxito: inversores internacionales ofrecieron casi el doble de lo requerido. Los fondos apuntan a fortalecer al Banco Central, dar oxígeno financiero y consolidar el regreso de Argentina a los mercados globales. La colocación se realizó en dólares, con pago en pesos, y marca el regreso del país al crédito externo bajo condiciones de emisión local.

Lo más visto