Rusia al borde del abismo económico tras más de tres años de conflicto

Después de 40 meses de guerra en Ucrania, la economía rusa enfrenta una profunda estanflación, reservas agotadas y un modelo militar insostenible que amenaza con una recesión severa.

Mundo07 de julio de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
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Rusia se asoma al precipicio económico.

Lo que comenzó como un impulso por el gasto bélico y las exportaciones energéticas se transformó en una crisis estructural. Putin impulsó un modelo que mantuvo el crecimiento artificial a través del gasto militar y la venta de petróleo, pero ese motor se agotó. Ahora, con inflación real del 10–15 %, crecimiento casi nulo y reservas al límite, la economía rusa se mueve hacia un precipicio.

Estanflación que erosiona el ingreso real
La inflación en los precios de consumo supera ampliamente los aumentos salariales. Aunque el empleo y los sueldos nominales dan señales de fortaleza, el poder adquisitivo real de la población cae estrepitosamente. Solo uno de cada diez rusos percibe mejoras; uno de cada cinco dice que su situación empeoró.

Indicadores preocupantes:
Crecimiento del sector civil estático (~1,9 % en cuatro años).
La inversión y el crédito industrial apenas avanzan.
Caída del consumo de bienes no esenciales, con autos y ropa entre los más afectados.
 
Reservas y deuda en rojo
El fondo soberano—clave para sostener el esfuerzo bélico y estabilizar la economía—se ha reducido drásticamente. Un repunte temporal en los precios del petróleo alivió la presión, pero no cambia el agotamiento de recursos. Combined con un déficit fiscal creciente (1,7 % del PIB), la sostenibilidad a mediano plazo está al rojo vivo.

Reformas como última oportunidad
El Banco Central, presionado por el Kremlin, redujo tasas pese a los riesgos inflacionarios. Lo que empezó como una búsqueda de crecimiento controlado se convirtió en una política más defensiva. A falta de un nuevo modelo—desde innovación hasta diversificación económica—se corre el riesgo de una recesión profunda.

Rusia se encuentra en una encrucijada económica sin precedentes. El aparente sostén bélico del pasado está detrás, y el modelo militar se vuelve arriesgado en un contexto de escasez de recursos. Sin reformas estructurales y apoyo internacional, el país se acerca a una recesión que podría subvertir la estrategia político-militar del Kremlin.

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