Trump frena el avance eólico: cancela proyectos marinos por más de 3,5 millones de acres

Una decisión que revierte normas vigentes, acelera la apuesta a los combustibles fósiles y deja en suspenso numerosos proyectos en curso, cuestionando la viabilidad futura del sector eólico marítimo en EE.UU.

Estados Unidos01 de agosto de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
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Trump frena el avance eólico.

El Gobierno de Donald Trump anunció la cancelación de zonas previamente designadas como aptas para proyectos eólicos en aguas federales, revocando más de 3,5 millones de acres y congelando permisos nuevos o renovaciones en mar abierto.

La medida se alinea con una ofensiva contra las energías renovables promovida desde el inicio en 2025, lo que generó rechazo de gobiernos estatales, empresas europeas y ONG ambientales.

El 21 de enero de 2025, Trump firmó un memorando que prohíbe nuevas concesiones y permisos para proyectos eólicos offshore, estableciendo una revisión federal de los procesos administrativos de leasing —aunque permite continuar desarrollos ya autorizados.

Como consecuencia, el proyecto Empire Wind, impulsado por Equinor frente a Long Island, se paralizó totalmente en abril. La firma señaló pérdidas de hasta USD 50 millones por semana y advirtió sobre su posible cancelación definitiva.

Nueva York canceló un ambicioso plan de transmisión de energía eólica marina para llegar a los 4.770 MW proyectados para 2033, ante la imposibilidad de mantener esa meta sin nuevos desarrollos offshore.

Además, el 90 % de los proyectos eólicos en desarrollo quedaron en riesgo: desde New Jersey (como Ocean Wind 1, cancelado por Ørsted) hasta Rhode Island y Virginia. Varios de ellos ya registraron accidentes financieros y escrituras de pérdidas millonarias.

Este retroceso impacta también en comunidades locales: Somerset (Massachusetts) perdió un plan de fábrica de cables submarinos por más de USD 200 millones; autoridades locales cambiaron su modelo de desarrollo ante la incertidumbre.

El cambio de rumbo reavivó críticas por parte de líderes estatales, ecologistas y gobiernos locales. Al menos 17 estados y el Distrito de Columbia iniciaron acciones legales para frenar la medida, argumentando que atenta contra los compromisos de energía limpia.

La decisión reconfigura el futuro de la industria eólica marina en EE.UU., afectando la transición energética, la generación de empleo verde y la imagen global del país frente al cambio climático. Mientras tanto, proyectos ya autorizados como Empire Wind siguen bajo amenaza y el sector enfrenta altos niveles de incertidumbre institucional.

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