Andrea del Boca frente a su capítulo más difícil

El brillo de los estudios televisivos se apagó para encenderse en el ámbito judicial. Andrea del Boca, uno de los rostros más reconocidos de la televisión argentina, atraviesa un proceso que la expone a una condena de prisión y a la devolución de millones de dólares al Estado. El caso gira en torno a la telenovela Mamá Corazón, un proyecto que consumió recursos públicos pero nunca llegó a la pantalla.

El juicio oral se convirtió en un verdadero espectáculo paralelo al mundo del espectáculo. Allí, la fiscalía planteó que la actriz tuvo un rol central en una maniobra de defraudación, mientras que la defensa sostiene que el proyecto se realizó, que se cumplieron los contratos y que el verdadero problema fue político, no artístico ni económico.

La trama judicial comenzó cuando se detectaron irregularidades en el convenio firmado entre la productora de Andrea del Boca y la Universidad Nacional de San Martín. El mecanismo permitió financiar la novela con dinero público, sin concurso abierto ni licitación, lo que para los acusadores constituyó una ventaja indebida.

Los fondos superaron los 36 millones de pesos de aquel entonces y se transfirieron a la productora A+A Group SRL. En el expediente se destaca que, a diferencia de otras producciones que recibieron montos muy menores, Mamá Corazón absorbió la mayoría del presupuesto asignado a ficciones televisivas. A pesar de ese respaldo, la novela jamás se emitió y quedó archivada, convertida en la pieza central de una investigación por fraude.

La acusación sostiene que el contrato contenía cláusulas desventajosas para el Estado, como la exclusividad de comercialización internacional a favor de la productora, a pesar de que la financiación había sido íntegramente pública. Además, se cuestionó la duración de esa exclusividad, que podía extenderse por una década, lo que convertía el acuerdo en un beneficio extraordinario para la empresa de la actriz.

Del otro lado, la defensa de Andrea del Boca insiste en que la novela fue grabada en su totalidad, que se cumplieron los plazos y que el material está disponible. La explicación que ofrecen es que nunca se emitió por decisión política, no por falta de producción. En esa línea, remarcan que los trabajadores técnicos y artísticos cobraron, que los rodajes existieron y que el Estado no sufrió un perjuicio económico directo.

El tribunal que lleva adelante el juicio debe definir si hubo realmente una maniobra dolosa destinada a beneficiar a una productora privada con dinero público, o si simplemente se trató de un proyecto cultural frustrado por decisiones ajenas a la actriz. Lo cierto es que el pedido de pena es contundente: tres años y medio de prisión efectiva y la devolución solidaria de más de tres millones de dólares.

Este caso, además, tiene un fuerte componente simbólico. Andrea del Boca, figura popular desde su infancia, enfrenta un proceso que busca ejemplificar los excesos del vínculo entre el poder político y el mundo del espectáculo. El contraste entre la imagen de la actriz en la memoria colectiva y la escena actual en un tribunal generó un impacto social que trasciende lo jurídico.

La telenovela que nunca salió al aire se transformó en el libreto más complejo de la carrera de Andrea del Boca. Lo que nació como un proyecto artístico terminó convertido en un expediente judicial que podría llevarla a prisión. Ahora, el futuro de la actriz ya no depende de los aplausos ni de la audiencia, sino de la sentencia de un tribunal que definirá si Mamá Corazón fue una apuesta cultural fallida o el rostro de una defraudación al Estado.