Revuelta e incendio en una comisaría de Santa Fe: tensión, humo y detenidas en estado crítico

En medio de una violenta revuelta, tres internas iniciaron un fuego dentro de la comisaría del barrio Candioti. El motín expuso nuevamente las graves falencias estructurales y humanas del sistema de detención provincial.

Policiales05 de mayo de 2025Alejandro CabreraAlejandro Cabrera
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Imagen Ilustrativa

Un motín que se convirtió en incendio

El caos se desató en la Comisaría 3.ª de la ciudad de Santa Fe, en plena noche del sábado, cuando un grupo de internas alojadas en la Sección de Tránsito de Mujeres inició un incendio dentro de su celda. Según las autoridades, tres de las mujeres habrían encendido frazadas como parte de un reclamo que rápidamente derivó en una situación crítica.

En cuestión de minutos, el humo comenzó a invadir no solo la celda en cuestión sino también otras áreas de la dependencia policial. Cuatro mujeres terminaron descompensadas por inhalación y debieron ser asistidas de inmediato por los servicios médicos. A pesar de la gravedad del episodio, no fue necesario trasladarlas a centros de salud externos.

El operativo de emergencia incluyó el corte total del tránsito en las inmediaciones de la comisaría, mientras personal de Bomberos, ambulancias y efectivos policiales intentaban controlar la situación. Finalmente, el fuego fue extinguido antes de que provocara daños estructurales severos.

Las detenidas apuntadas como responsables

Las tres internas señaladas como las iniciadoras del fuego fueron identificadas y trasladadas de sector. Desde el comando de la Unidad Regional I se inició una causa bajo la carátula de "Foco ígneo". El hecho quedó en manos de la Seccional Tercera, que investiga no solo el incendio sino también el trasfondo del reclamo que llevó a esta acción desesperada.

El personal policial calificó el episodio como uno de los más tensos del último tiempo en comisarías locales, marcadas por situaciones recurrentes de hacinamiento, falta de recursos y sobrepoblación de personas detenidas en espacios no diseñados para largas estadías.

Hacinamiento, tensión y un sistema al límite

Más allá del incidente puntual, el motín encendió nuevamente las alarmas sobre las condiciones en las que se encuentran las comisarías de Santa Fe. La sobreocupación, que en muchas ocasiones duplica la capacidad permitida, es moneda corriente en seccionales que deberían ser de paso y que terminan funcionando como lugares de alojamiento semi-permanentes.

En este contexto, la violencia, los intentos de motín y los conflictos entre internos y personal policial son cada vez más frecuentes. Las revueltas, como la ocurrida en la Comisaría 3.ª, reflejan un cóctel explosivo donde la falta de respuestas institucionales agrava cada día más las tensiones.

Desde hace años, los organismos de derechos humanos advierten sobre el riesgo de que estas situaciones deriven en tragedias mayores. La mezcla de personas procesadas, condenadas y detenidas por contravenciones menores en un mismo espacio vulnera principios básicos de resguardo e igualdad ante la ley.

Sin víctimas fatales, pero con muchas preguntas

Aunque el incendio no dejó víctimas fatales ni heridos de gravedad, el incidente dejó en evidencia que la situación en las comisarías es insostenible. Solo la rápida intervención de los bomberos y del personal médico evitó que las llamas cobraran vidas.

Ahora, mientras avanza la investigación sobre las internas responsables, el episodio vuelve a poner en la agenda la necesidad urgente de reformar el sistema penitenciario y de detención transitoria en Santa Fe.

El motín en el barrio Candioti no fue solo un acto de violencia desesperada. Fue, sobre todo, un grito que emerge desde las celdas abarrotadas, un recordatorio de que en el subsuelo del sistema judicial argentino hay realidades que siguen sin resolverse.

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