Robert F. Kennedy Jr. desata polémica al nadar con sus nietos en un arroyo contaminado

El Secretario de Salud de EE.UU. fue fotografiado sumergido en aguas prohibidas por sus altos niveles de bacterias. La imagen reavivó críticas sobre su historial con la ciencia médica.

Mundo14 de mayo de 2025Alejandro CabreraAlejandro Cabrera
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Un baño imprudente que reavivó viejas polémicas

Robert F. Kennedy Jr., actual Secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, volvió al centro del debate público tras publicar en redes sociales varias imágenes en las que se lo ve nadando junto a sus nietos en Rock Creek, un arroyo en Washington D.C. conocido por su contaminación con bacterias fecales. La escena ocurrió durante una salida familiar por el Día de la Madre, pero lejos de transmitir ternura, encendió alarmas y críticas por parte de expertos y funcionarios.

Rock Creek ha estado sujeto a una prohibición federal de baño desde 1971, debido a un sistema de alcantarillado combinado que, durante las lluvias, descarga aguas residuales sin tratar directamente al arroyo. Las autoridades del Servicio Nacional de Parques (NPS, por sus siglas en inglés) advierten que las aguas contienen niveles elevados de bacterias como E. coli, lo que representa un serio riesgo para la salud humana y animal.

Pese a esas advertencias, Kennedy compartió imágenes donde se lo ve ingresando al agua, descalzo y sonriente, sosteniendo de la mano a dos de sus nietos. La publicación generó una oleada de comentarios que van desde la incredulidad hasta la indignación, especialmente teniendo en cuenta que quien aparece en las fotos es la máxima autoridad sanitaria del país.

Ciencia, salud pública y contradicciones

La controversia cobra mayor dimensión si se considera el historial del propio Kennedy Jr., conocido por haber promovido durante años teorías controvertidas y afirmaciones infundadas sobre las vacunas y el funcionamiento de los virus. En múltiples ocasiones se ha mostrado escéptico con la teoría germinal de las enfermedades, lo que lo ha llevado a enfrentar duras críticas por parte de la comunidad científica.

Ahora, al desafiar una advertencia sanitaria explícita, el funcionario vuelve a alimentar las dudas sobre su responsabilidad en el cargo. Expertos en salud pública subrayan que el acto no es solo simbólicamente desafiante, sino potencialmente peligroso: nadar en un curso de agua contaminado puede generar infecciones graves, sobre todo en menores, que son más vulnerables a estos patógenos.

Este incidente también plantea una tensión evidente entre el discurso oficial del Departamento de Salud y las acciones de su titular. Mientras las campañas públicas insisten en la prevención, la higiene y la adherencia a las recomendaciones científicas, Kennedy Jr. parece actuar en sentido contrario, enviando un mensaje contradictorio desde la cima de la estructura sanitaria del país.

Polémica en tiempos de escepticismo científico

El episodio tiene lugar en un contexto de creciente escepticismo hacia la ciencia en buena parte del electorado estadounidense. Si bien algunos defensores del funcionario relativizaron el acto como una “salida familiar inofensiva”, otros lo consideran una provocación consciente, casi performativa, destinada a fortalecer su perfil entre quienes desconfían de la autoridad científica.

Por su parte, organizaciones medioambientales aprovecharon el caso para volver a visibilizar el estado crítico de muchos cursos de agua en zonas urbanas de Estados Unidos. En el caso específico de Rock Creek, los datos muestran niveles crónicos de E. coli que superan ampliamente los estándares permitidos para aguas recreativas, incluso en períodos de tiempo seco.

Más allá de los análisis técnicos, el incidente reabre el debate sobre el tipo de figuras que ocupan posiciones clave en la administración pública. ¿Puede un funcionario responsable de la salud nacional permitirse este tipo de conductas sin consecuencias institucionales?

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