Alarma sanitaria: brote récord de sarampión sacude a Bolivia

En solo tres meses se registraron 175 casos de sarampión, con Santa Cruz como epicentro. Las autoridades declararon emergencia sanitaria nacional y desplegaron campañas de vacunación masiva.

Mundo29 de julio de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
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Alarma sanitaria en Bolivia.

Bolivia atraviesa su peor brote de sarampión en más de una década: desde abril se confirmaron 175 casos. La mayoría se concentran en Santa Cruz, donde el sistema de salud local se vio superado y las autoridades anunciaron una emergencia de salud pública.
El virus encontró terreno fértil en comunidades con baja cobertura de vacunación, lo que reavivó el debate sobre la educación sanitaria y la planificación preventiva ante enfermedades altamente contagiosas.

El aumento explosivo de casos comenzó en el mes de abril y aceleró su ritmo: en apenas tres meses, alcanzó la cifra más alta desde 2010. De los 175 casos confirmados, al menos 147 se registraron en Santa Cruz, que pasó a ser el epicentro regional. La enfermedad se extendió a ocho de los nueve departamentos del país.  

La mayoría de los infectados corresponde a personas menores de 19 años, en especial niños entre 10 y 14 años. La baja cobertura inmunológica, potenciada por la reducción de las campañas durante la pandemia y la desinformación sobre vacunas, facilita la propagación del virus.  

Ante la magnitud del brote, el gobierno declaró emergencia sanitaria nacional a fines de junio. Se activaron puestos de vacunación 24 horas en 56 municipios con alta incidencia, especialmente en Santa Cruz, y se habilitaron centros móviles en zonas rurales y colonias de comunidades menonitas.  

En respuesta internacional, Bolivia recibió donaciones de vacunas: India aportó 300.000 dosis, Brasil 600.000 y Venezuela sumó otras 100.000. En total, se prevén al menos un millón de dosis disponibles para ampliar la cobertura y cerrar brechas.  

También se llevó a cabo un simulacro de emergencia sanitaria en el aeropuerto de El Alto, donde se evaluó la capacidad de respuesta ante casos sospechosos en vuelos internacionales, activando protocolos de control y aislamiento.  

La crisis afecta además al sistema farmacéutico: la escasez de divisas dificulta la importación de insumos y provoca un aumento de los costos. El abastecimiento hospitalario y municipal también se resentirá si la situación no se estabiliza.  

En términos regionales, el brote no es un caso aislado: la Región de las Américas registra un incremento sostenido de casos de sarampión en países como Argentina, Brasil, México y Estados Unidos. Bolivia concentra una porción significativa en este contexto general de reemergencia.  

La Organización Panamericana de la Salud alertó sobre un “alto riesgo regional” debido a la baja cobertura vacunatoria y solicitó campañas urgentes de prevención y seguimiento de cadenas epidemiológicas.  

Además de menores, se reportaron casos esporádicos en adultos no inmunizados. El riesgo más grave es la aparición de complicaciones como neumonía y encefalitis, especialmente entre poblaciones vulnerables.  

El brote de sarampión en Bolivia representa un desafío urgente: una enfermedad prevenible reaparece gracias a brechas en vacunación y fallas logísticas. La respuesta sanitaria no solo debe detener la ola actual, sino fortalecer estructuras preventivas en todo el país. En un contexto regional marcado por el resurgimiento del virus, la campaña boliviana podría ser decisiva para contener su propagación y restaurar la inmunidad colectiva.

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