Celebró antes de tiempo, volcó su bici y perdió la carrera en Irak

Un ciclista levantó los brazos creyéndose ganador, perdió el control cerca del final, provocó una caída múltiple y fue descalificado pese a cruzar la meta.

Deporte06 de agosto de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
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Festejar antes de tiempo.

El Campeonato Iraquí de Clubes de Ciclismo, celebrado en Erbil, terminó con una escena surrealista. A pocos metros de la meta, el corredor adelantado celebró su triunfo levantando los brazos. Pero al hacerlo, perdió estabilidad, cayó al asfalto y provocó un accidente que involucró al competidor que lo seguía. El episodio se viralizó en redes y se convirtió en advertencia para muchos deportistas.

El festejo que desencadenó todo

Con el podio casi asegurado, el ciclista del Club Al Nidal subió los brazos creyendo tener la victoria, confiado en su ventaja. Sin embargo, el gesto lo desbalanceó. Su bicicleta se salió de control y se desplomó. La caída no fue solitaria: otro ciclista que venía detrás no pudo esquivarlo y también terminó en el suelo de forma aparatosa. Ambos cruzaron la meta, aunque en condiciones precarias.  

Caos y descalificación inmediata

El primero en caer fue relegado automáticamente al último lugar. Una regla específica del ciclismo exige mantener las manos siempre sobre el manubrio, sin lo cual no se valida la llegada. La penalización fue rápida: descartado del ranking, y el otro competidor también recibió una evaluación inmediata por provocador del choque.  

Reacciones y lecciones virales

El impacto trascendió el circuito: miles de comentarios en redes recordaron lo básico del deporte: mantener la concentración hasta cruzar la meta. Mensajes como “Nunca celebres antes de tiempo” y “Es la mejor forma de arruinar una carrera” reflotaron tras el video viral que retrató la caída.  

El efecto en la carrera

Tras el vuelco, el pelotón cambió por completo el liderazgo. El corredor que se acercaba apareció como vencedor sorpresa, mientras otros evadieron la confusión y cruzaron la línea con estrategia, no con emoción. La velocidad dejó paso a la prudencia en los últimos metros.  

Una celebración anticipada costó caro: un ciclista fue víctima de su propia confianza, provocó una caída masiva y perdió no solo el triunfo, sino su posición en la competencia. La historia se convirtió en viral y en una advertencia universal: nunca levantar los brazos antes de que se corte la cinta de meta.

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