La Justicia ordenó llevar a juicio en ausencia a los acusados del atentado a la AMIA

El juez federal Daniel Rafecas aplicó la nueva ley para iniciar un juicio oral contra los diez acusados prófugos —funcionarios iraníes y miembros de Hezbolá—, sin presencia física. Se da impulso a cerrar un capítulo abierto desde hace más de treinta años.

Actualidad26 de junio de 2025Alejandro CabreraAlejandro Cabrera
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Amia

El juez federal Daniel Rafecas dictaminó avanzar con un juicio en ausencia contra los diez acusados del atentado a la AMIA, ocurrido en 1994 y que dejó 85 víctimas fatales. Al aplicar por primera vez la herramienta legal aprobada recientemente, el Estado busca romper con décadas de impunidad. Todos los acusados —entre iraníes y libaneses vinculados a Hezbolá— están prófugos desde 2006 y no han comparecido ante la Justicia argentina.

Qué implica el “juicio en ausencia”
El mecanismo permite iniciar un juicio oral aun sin la presencia de los imputados si están desaparecidos o evaden el proceso deliberadamente. Su puesta en marcha representa un cambio de paradigma: antes, sin acusados presentes, no hay juicio. Con esta regla, el Estado podrá contar con la totalidad de testigos, peritajes y evidencia para avanzar y obtener una sentencia que marque un punto de cierre en el expediente.

Se espera que tanto defensas como querellas participen activamente a través de representantes legales. Cuenta también con mecanismos para que los acusados, si se presentan después, puedan cuestionar lo actuado.

Quiénes son los acusados
Los procesados son exfuncionarios del Estado iraní y militantes de Hezbolá vinculados a la planificación y ejecución del atentado. Aunque la Justicia argentina pidió órdenes de captura internacionales y alertas rojas de Interpol en 2006, ninguna fue efectiva. Esta acción volverá a ponerlos en foco y profundiza la presión diplomática.

Las acusaciones detallan apoyo logístico, financiero y estratégico proveniente de altos niveles de la República Islámica. El juicio, por tanto, tendrá un carácter político y simbólico, además de estrictamente judicial.

Por qué ahora
La modificación legal vigente desde comienzos de este año habilitó al Poder Judicial para avanzar sin contar con los imputados físicamente. Fue impulsada por el Congreso en su búsqueda de justicia en causas emblemáticas en las que los acusados gozan de refugio en otros países.

La decisión apunta a satisfacer las demandas de víctimas y familiares. Durante los últimos años surgió una sensación creciente de frustración e impotencia. Ahora, el juicio en ausencia apunta a darles una respuesta institucional fuerte.

Qué sigue en el proceso
El juez Rafecas ya definió el inicio del juicio oral y fijó horarios para audiencias, toma de testimonios y presentación de pruebas. El proceso se desarrollará con retransmisión pública, garantizando transparencia y visibilidad.

Habrá margen para apelaciones por parte de las defensas en la Cámara Federal y, eventualmente, en la Cámara de Casación. Mientras tanto, los victimarios siguen prófugos, pero el juicio quedará instalado como juicio político.

El inicio de un juicio oral en ausencia en la causa AMIA representa un paso histórico en la búsqueda de justicia. Pone al sistema legal frente a una nueva realidad: que la falta de imputados no impida la confrontación con el pasado. Aunque no incluye presencia efectiva de los acusados, sí abre la puerta a una sentencia judicial que, al menos, cierre formalmente una de las heridas más profundas de la historia argentina.

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