Acuerdo entre Reino Unido y Francia para frenar las travesías por el Canal de la Mancha

Starmer y Macron cerraron un pacto bilateral por el que el Reino Unido deportará pequeñas embarcaciones a Francia a cambio de recibir solicitantes con vínculos familiares, en un plan piloto que anticipa repatriar 2.600 personas al año.

Mundo10 de julio de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
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Macron y Starmer.

En el marco de una histórica visita de Estado de Emmanuel Macron a Londres, el primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente francés anunciaron un acuerdo migratorio para controlar el creciente flujo de migrantes que cruzan el Canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones. El esquema, conocido como “uno dentro, uno fuera”, permite devolver hasta 50 personas semanales a Francia, mientras Gran Bretaña acogerá a solicitantes con familiares en el país. El pacto se presenta como un instrumento piloto que podría ampliarse si funciona según lo previsto.

Ambos líderes destacaron la necesidad de enfrentar las travesías clandestinas con una política compartida. Para ello, el Reino Unido se comprometió a aceptar aproximadamente 2.600 solicitantes al año, previamente vinculados con residentes británicos, mientras Francia recibirá a los migrantes interceptados en el mar. Como parte del entendimiento, Gran Bretaña financió mejoras en las patrullas costeras francesas, incluyendo drones y vigilancia portuaria por casi 480 millones de libras. Ambas delegaciones admiten que algunos detalles aún deberán definirse: el inicio formal del acuerdo, el financiamiento total y las bases legales en el territorio galo.

La propuesta ha generado preocupación en los países del Sur de Europa —como España, Italia, Grecia, Malta y Chipre— que advierten que las repatriaciones entre Reino Unido y Francia podrían desbordar sus fronteras al obligar a los retornados a reiniciar el proceso en otro país europeo. Según datos recientes, en marzo se registraron más de 44.000 cruces irregulares por el Canal, y entre enero y mayo sumaron unos 14.800 intentos, cifra récord en el primer semestre. Además, Francia permitiría mayor intervención policial en alta mar —más allá de los 300 metros actuales— luego de reformar su legislación, aunque esto podría enfrentar desafíos judiciales en tribunales locales.

El acuerdo se inscribe en una nueva etapa diplomática post‑Brexit, donde Reino Unido y Francia buscan mostrar unidad en la lucha contra la migración irregular. Macron usó el prisma del multilateralismo para sostener que solo mediante una política común será posible cortar las redes de contrabando de personas. Desde el lado británico, Starmer necesitaba una respuesta rápida tras el fracaso del plan Ruanda, cancelado tras una apelación judicial, y esta iniciativa constituye su primer gran avance en una materia sensible para su gestión.

El pacto “uno dentro, uno fuera” representa una alianza inédita entre Londres y París para contener la migración por el Canal de la Mancha. Si el piloto funciona tal como prevén, podría ser la base de una política europea más amplia. Sin embargo, enfrenta tensiones legales, diplomáticas y humanitarias. Su éxito dependerá de la capacidad de equilibrar control, solidaridad y coordinación internacional, así como de la respuesta en los países del Mediterráneo que podrán recibir presiones adicionales en la ruta migratoria.

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