Un detenido de 37 años es investigado por la desaparición de al menos cinco personas. Hallaron restos humanos en su vivienda de Alto Comedero y se activó una causa por presuntos homicidios seriales.
Policiales04 de agosto de 2025
Alejandra Larrea
La provincia de Jujuy se ve sacudida por un caso espeluznante. Un hombre de 37 años fue detenido en el barrio Alto Comedero, acusado de atraer personas en situación de calle a su vivienda bajo engaños, para luego asesinarlas. La vivienda fue allanada por la Policía, que halló restos óseos y tejidos humanos enterrados en el patio. Se investiga si pertenecen a cinco personas denunciadas como desaparecidas en los últimos meses.
La detención se produjo luego de que un menor que vivía con el acusado, su sobrino adolescente, brindara un testimonio clave. Según el joven, “pasaban cosas malas” cada vez que el hombre llevaba a alguien a la casa, especialmente los fines de semana. Su relato permitió localizar sectores precisos del terreno donde los peritos hallaron indicios de restos humanos, prendas, calzado y otros objetos que podrían pertenecer a las víctimas.
El acusado no opuso resistencia al momento de la detención. Vivía solo con su sobrino y no tenía antecedentes penales visibles, aunque varios vecinos lo describieron como una persona retraída, con hábitos erráticos y con vínculos ocasionales con indigentes que frecuentaban las inmediaciones de la Terminal de Ómnibus de San Salvador de Jujuy. Según la reconstrucción inicial, se acercaba a ellos con ofrecimientos de comida, dinero o un lugar para dormir, y los trasladaba a su domicilio.
Lo que comenzó como una denuncia por averiguación de paradero escaló en pocos días a una investigación por homicidio agravado. Los investigadores presumen que el acusado podría estar implicado en una secuencia repetida de asesinatos, todos con un patrón similar: captación mediante engaño, aislamiento, crimen y ocultamiento de restos en el terreno de su propiedad. El caso ya se analiza con perspectiva de múltiple homicidio y posible configuración de conducta serial.
El Ministerio Público ordenó análisis de ADN sobre los restos recuperados. Hasta el momento no se han encontrado cuerpos completos, pero se hallaron fragmentos de huesos y tejidos blandos que se encontraban enterrados y ocultos bajo capas de cal. También se detectaron manchas hemáticas en el interior de la vivienda, lo que refuerza la hipótesis criminal.
En el entorno del barrio se respira miedo. Algunos vecinos afirman haber visto entrar a personas a la casa que nunca más salieron. Otros, en cambio, aseguran que no sospechaban nada y que el hombre era “silencioso, pero correcto”. La paradoja inquieta: lo que parecía una fachada de marginalidad resultó ocultar un entramado de horror.
El menor, quien vivía en esa casa, fue puesto bajo resguardo de organismos de niñez y adolescencia. Su testimonio resultó clave para la investigación: describió situaciones de violencia, ruidos extraños y olores fuertes que su tío intentaba disimular. Según su relato, cada vez que alguien ingresaba, se le indicaba que se fuera a dormir o saliera de la vivienda.
Mientras avanza la investigación, se ordenaron excavaciones más profundas con georradar y la causa se amplió a búsqueda de víctimas adicionales. La Justicia evalúa imputar al detenido por múltiples homicidios con agravantes por el medio empleado, por el vínculo y por haber sido cometidos contra personas vulnerables.
El caso ya se considera uno de los más estremecedores de los últimos años en la provincia. La opinión pública jujeña sigue con atención cada paso del expediente, que podría destapar una trama más amplia y oscura de violencia sistemática y encubrimiento.
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