La alerta se agrava: ya son 76 los muertos por fentanilo contaminado y la justicia advierte que podría aumentar

La investigación judicial informó que el número de víctimas fatales vinculadas al uso de ampollas contaminadas de fentanilo asciende a 76, con posibilidades de crecimiento. Se recolectaron y retiraron decenas de miles de dosis de circulación y se avanza en determinar responsabilidades.

Actualidad11 de agosto de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
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Caso fentanilo.

La crisis sanitaria por el uso de fentanilo contaminado colocó al país frente a una emergencia inesperada. El juez federal a cargo del caso confirmó que ya son 76 las personas fallecidas por la administración del analgésico adulterado y advirtió que esa cifra podría no haber alcanzado su tope. La magnitud del caso, que ya generó una recolección masiva de ampollas en hospitales, réplicas legales y alarmas en el sistema de control sanitario, promete marcar un antes y un después en la regulación de medicamentos críticos.

La estela del escándalo se extendió a decenas de establecimientos de salud, en los que pudo haber sido aplicada alguna de las dosis contaminadas. El operativo incluyó allanamientos a laboratorios, secuestro de grandes volúmenes de producto y un cruce exhaustivo de datos clínicos para identificar víctimas no reportadas. Esta semana se esperan además nuevos avances en la reconstrucción del caso y posibles sanciones penales para los responsables.

El eje de la investigación se centra en descubrir cómo salieron al mercado ampollas infectadas, mientras el equipo judicial ya logró recuperar más de 115 mil unidades y frenó la aplicación de otras 30 mil en stock. Uno de los lotes contaminados ya había sido ampliamente distribuido, y cerca de 45 mil dosis lograron aplicarse antes de ser detectadas, lo que explica el alto número de víctimas, con la certeza de que podrían sumarse más.

El contexto acelera la presión sobre el sistema sanitario y regulatorio. El problema no se limita a un solo lote: fueron identificados al menos dos, uno de ellos aplicado ampliamente y otro apenas distribuido. Las autoridades sanitarias también fueron puestas en juego: la falta de trazabilidad para este tipo de productos y la necesidad de fortalecer los controles cobran relevancia urgente.

Mientras tanto, la causa judicial sigue abierta y compleja. Hay personas bajo sospecha, se recopilan testimonios y registros clínicos, y se trabaja para identificar los responsables directos, desde laboratorios hasta responsables de la distribución. El juez a cargo describió la causa como “extensa, compleja, con múltiples aristas”: se trata tanto de determinar las víctimas como de establecer las responsabilidades primarias.

Este episodio de fentanilo contaminado deja al descubierto grietas en el sistema de salud y regulación. La cifra actual de víctimas—76 y con proyección al alza—impulsa una urgencia inédita de reforma y control. Mientras avanza la investigación, el país afronta una herida de difícil cicatrización: la pérdida de vidas por una falla sistémica que desbordó protocolos. El desafío es claro: transformar este dolor en una oportunidad de cambio, para garantizar que nunca más se repita.

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