La ciclogénesis golpea al AMBA: lluvias torrenciales, ráfagas extremas y alerta por anegamientos

Las autoridades emitieron alertas amarillas y naranjas por lluvias y vientos intensos que afectarán al Área Metropolitana de Buenos Aires entre el martes y el miércoles. Se esperan acumulados de agua que superarán los 80 mm y ráfagas de hasta 74 km/h.

Actualidad19 de agosto de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
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Clima.

La región del AMBA enfrenta uno de los fenómenos meteorológicos más intensos de los últimos años: una ciclogénesis que comenzó a formarse en el Río de la Plata y que traerá lluvias de inusual intensidad y ráfagas de viento que complicarán la actividad cotidiana. Este proceso climático, que suele asociarse a la formación rápida de sistemas de baja presión, pone a la Ciudad y al conurbano en el centro de un episodio de inestabilidad que ya genera preocupación en las autoridades y la población.

Durante el martes 19 de agosto se espera la mayor carga de precipitaciones, especialmente en horas de la mañana, cuando se prevé que los registros alcancen hasta 14 milímetros en una sola hora. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió una alerta amarilla por lluvias durante la madrugada y la mañana, y elevó a alerta naranja a partir del mediodía, lo que implica riesgo de anegamientos y complicaciones urbanas.

En paralelo, las ráfagas de viento se intensificarán progresivamente. El martes podrían alcanzar entre 50 y 57 kilómetros por hora, mientras que el miércoles se proyectan los momentos de mayor intensidad, con registros máximos de hasta 74 km/h. Este comportamiento responde a la rotación del viento hacia el sudoeste, una señal característica del pasaje de sistemas de baja presión profunda.

El fenómeno meteorológico traerá consigo acumulados de lluvia que, en apenas 24 horas, podrían superar los 70 u 80 milímetros. Esta cifra se encuentra por encima del promedio mensual típico para agosto, lo que incrementa la posibilidad de inundaciones en barrios vulnerables del conurbano, zonas bajas de la Ciudad y áreas ribereñas cercanas al Río de la Plata.

Las autoridades porteñas y bonaerenses recomendaron a la población extremar precauciones: evitar circular en las horas críticas, no depositar residuos en la vía pública para no obstruir desagües, retirar objetos de balcones y terrazas que puedan ser arrastrados por el viento, y mantenerse atentos a los comunicados oficiales. Además, se recordó la importancia de tener lista una mochila de emergencias con documentos, linterna, radio y teléfono cargado, en caso de cortes de energía.

La dinámica de la tormenta marcará un cambio en las condiciones climáticas de mitad de semana. Tras el martes de lluvias intensas, el miércoles comenzará con lloviznas aisladas que darán paso a un brusco descenso de la temperatura y la irrupción de las ráfagas más fuertes. Entre las 14 y las 15 horas del miércoles se espera el pico máximo de viento, que podría generar caída de ramas, interrupciones en el transporte público y cortes de luz. Hacia la noche, se prevé una mejora gradual con cielos despejándose y un ambiente fríofrío.

El impacto de la ciclogénesis no se limitará al AMBA. Regiones del interior bonaerense, del Litoral y del centro del país también registrarán lluvias intensas y temporales de viento, aunque la concentración de mayor riesgo se encuentra en la zona metropolitana debido a la densidad poblacional y la infraestructura urbana expuesta.

En barrios como La Boca, Barracas, Quilmes, Avellaneda y San Fernando, las autoridades reforzaron los operativos de monitoreo por el riesgo de crecida del Río de la Plata, que podría amplificar los efectos de la tormenta con anegamientos ribereños. También se reforzó el despliegue de cuadrillas de Defensa Civil y Bomberos para atender emergencias durante la madrugada y la mañana del martes.

El SMN explicó que este tipo de fenómenos se generan cuando coinciden la humedad del aire, el ingreso de aire frío en niveles altos y la intensificación de los vientos en altura, lo que provoca el rápido “profundizamiento” de una baja presión. Aunque no son frecuentes en la región, episodios similares se han registrado en inviernos anteriores, dejando daños materiales y cortes de servicios.

De cumplirse las proyecciones, el martes será recordado como uno de los días más lluviosos del año, con un volumen de agua equivalente a casi un tercio del promedio mensual descargado en apenas unas horas. El miércoles, en cambio, quedará marcado por las ráfagas más intensas, que pondrán a prueba tanto a la infraestructura urbana como a la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia.

La combinación de ambos factores convierte a la ciclogénesis en un fenómeno de alto riesgo para la vida urbana en el AMBA. Por eso, las autoridades insisten en que la población evite circular en las franjas horarias críticas, especialmente el martes entre las 11 y las 15 horas, y el miércoles entre las 14 y las 16 horas.

Los próximos días mostrarán la magnitud del impacto de este evento climático que, más allá de su intensidad, vuelve a poner sobre la mesa la vulnerabilidad de la infraestructura urbana frente a episodios meteorológicos extremos. Con el cambio climático como telón de fondo, la ciclogénesis en el AMBA es una advertencia de que la adaptación y la prevención serán cada vez más necesarias en las grandes ciudades de la región.

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